¿Por qué los odian?

De los diputados hemos aprendido que el dinero nunca es suficiente, que el fuero está por encima de la ley y que representan un México de intereses particulares. Lo único que no hemos aprendido, según Consulta Mitofsky, es cuántos hay. Un estudio publicado en agosto pasado arrojó que sólo uno de cada 100 mexicanos sabe de la existencia de medio millar de legisladores en el número 66 de la avenida Congreso de la Unión.

El lugar común del odio nacional siempre descansa en ellos. Incomprensible que los maldigamos tanto y nos interesen tan poco. Sin embargo, siempre hay un frente ciudadano que levanta la mano, mexicanos organizados que ponen la lupa y se salen del molde del conformismo. Hablo de Politicante (@PoliticanteMx) una organización que ha puesto el ojo en un porcentaje de las ganancias de cada legislador. Adicional a su salario mensual de más de 75 mil pesos, cada uno de los 500 diputados recibe 45 mil pesos por asistencia legislativa, y otros 28 mil por gestión ciudadana. Casi 340 mil pesos al año dedicados a escuchar a los que representan, una importante aportación de su salario destinado -en teoría- a crear puentes de atención y servicio al ciudadano de a pie.

La propuesta de Politicante es sencilla y apela a la transparencia; para saber en qué consiste y cómo se gastan las percepciones, sólo le han hecho una petición a los diputados, compartir a través de la cuenta de tuiter @PoliticanteMx fotografías de sus oficinas e información que justifique el gasto de 160 millones de pesos anuales en ese olvidado rubro de "gestión ciudadana". Esa es una etapa del proyecto, la que no esperan que suceda.

Con la intención de despertar del letargo a los que se dejen, la organización propone que los ciudadanos, usted y yo, enviemos fotografías de las oficinas de nuestro representante - una tarea previa es investigar quién es el diputado que toma decisiones por usted en el Congreso, sorpresas aseguradas en esta etapa del proyecto-, ya localizado, mandar un tuit a la cuenta @PoliticanteMx acompañadas del hashtag #AquíAtiendeMiDiputado.

La ambiciosa y sorpresiva campaña arrancó el lunes y cerrará el 18 de octubre, ya veremos en una semana quién hizo mejor su chamba.

Decía una maestra de la universidad: ¿quieren una nota? Sigan la ruta del dinero. Dejando el periodismo de lado, haría una modificación al acertado consejo de mi profesora: ¿quieren saber por qué los odian? Sigan la ruta del dinero. Tan sencillo como exigir un servicio que usted paga puntualmente; audite un diputado, focalice la desconfianza y exhiba los abusos, después de esto podrá ser capaz de responder con conocimiento de causa la pregunta que da nombre a esta columna, el odio no volverá a ser un lugar común.

Por Javier Risco