¿Cuánto nos deben?

Opinión
/ 2 octubre 2015

Los maestros de la CNTE comenzaron a levantar anoche el plantón en Plaza de la República, 23 días después de haberse asentado ahí y casi cinco meses después de arribar a la Ciudad de México. No queda claro cuántos de ellos se quedarán a hacer guardia. Claro es, en cambio, que sus campamentos y movilizaciones significaron la mayor afectación a la vida cotidiana de los capitalinos desde el plantón de las huestes de Andrés Manuel López Obrador, en el verano de 2006. De ese tamaño.

Los maestros no se van victoriosos, pero se marchan sin reparar un solo daño. Nada pagarán por los vidrios del hotel que destrozaron, ni por los policías lesionados, las personas que se quedaron sin trabajo por los bloqueos, los comercios que entraron en emergencia, las personas que perdieron sus vuelos, los ciudadanos intimidados, los periodistas maltratados. Un monumento a la impunidad.

Exigen hipócritamente transparencia en la información, pero solo los dirigentes de la CNTE y las autoridades de Gobernación conocen el contenido del acuerdo para relajar su presencia en la Ciudad de México.

El episodio de los maestros estuvo acompañado por el sonsonete y lloriqueo tramposo, mentiroso, de quienes trataron de hacer pasar las agresiones a la ciudad y los ciudadanos como épicos momentos de la lucha del "pueblo bueno" contra la siniestra conspiración de las fuerzas corruptoras.

Las imágenes fueron demoledoras. Las coberturas en vivo plasmaron lo ocurrido. No hay engaño. Un grupo que se proclama defensor de un fin superior agredió a la ciudad, los ciudadanos.

De ahí la pregunta, ¿cuánto nos deben?

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