Casa Purcell
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La Casa Purcell cumple 9 años de funcionar como un centro cultural dependiente del municipio de Saltillo. Inaugurado en 2005, desde hace unos cuatro años en sus instalaciones funciona también la dirección del Instituto Municipal de Cultura, hoy a cargo de José Guadalupe Palacios Ortiz.
Para celebrar este aniversario, el jueves pasado se presentó un bello libro sobre el edificio, con textos de Arturo Villarreal Reyes y fotografía de Germán Siller. Arquitecto con vocación de historiador y estudioso de los edificios antiguos de nuestra ciudad, Villarreal Reyes ya tiene publicados los libros de la antigua Casa Carrillo y del Teatro García Carrillo, y Germán varios libros de fotografía de Saltillo.
La ubicación de la Casa Purcell en la calle de Hidalgo, antes de Aldama, y a unos pasos de la Catedral, en el corazón de la ciudad, le da un perfil muy particular. Dueña de un estilo arquitectónico tan ajeno al de las construcciones que la rodean, el edificio se incrustó en el paisaje urbano desde su construcción a principios del siglo pasado y se convirtió en una imagen entrañable para los saltillenses. A los de mi generación y las inmediatas nos dejó encantadores recuerdos de infancia y, posteriormente, en el ámbito cultural, hace ya muchos años que nos da agradables experiencias en ese sentido, desde que Armando y Diana Castilla, fundadores de esta casa editora de VANGUARDIA, instalaron en ella el primer centro cultural.
En la insondable imaginación de los niños de los años cincuenta, aquella inmensa casona era una especie de palacio encantado del cual podría salir lo mismo un príncipe azul o una hermosa princesa que una horrenda bruja, pero del que en la realidad salían las ancianas señoritas Purcell ataviadas con elegantes sombreros para asistir a misa en la Catedral de Santiago. Buenas bromas les jugó la traviesa muchachada del barrio a las distinguidas señoritas residentes del entonces silencioso palacio. En bola íbamos a tocar el timbre y corríamos luego a escondernos a algún lugar desde donde podíamos mirar el enojo de la bruja del castillo, léase la señorita Purcell, al no encontrar a nadie en la puerta.
Sobre el antiguo dueño de la casa existe un libro titulado La vida de Guillermo Purcell, publicado en Saltillo en 2001 por el Archivo Municipal y el CESHAC. Mamie Charlton, su autora y nieta de don Guillermo, se basó principalmente en las cartas y libros de negocios de su abuelo y en los recuerdos y fotografías de la familia para escribir un ameno relato. De niña, ella misma vivió por temporadas con sus padres y algunos primos en la Casa Purcell.
El apellido Purcell es familiar a los saltillenses también por la calle que lleva ese nombre, pero la verdadera historia de don Guillermo está en el libro mencionado. Un inmigrante irlandés que llegó joven y sin dinero al noreste de México y cuya intuición le llevó a aprovechar las grandes oportunidades de negocios que entonces ofrecía la región. Así, el libro nos introduce en el fabuloso mundo de los extranjeros convertidos en grandes empresarios en el siglo 19, a la vez que nos acerca a la figura del protagonista de una manera cordial por la sencillez de su lenguaje y la filiación afectiva de la autora hacia el personaje. Al mismo tiempo ofrece valiosa información sobre la vida regional de la época y sobre otras familias y personas que, relacionados con los Purcell, dejaron impresa su huella en el desarrollo económico y social del estado durante la centuria de 1850 a 1950.
Felicidades a la Casa Purcell por sus nueve años como parte del patrimonio de los saltillenses y por la publicación de este libro dedicado a su edificio.
edsota@yahoo.com.mx