¡Pasarán caminando!

Opinión
/ 2 octubre 2015

No, no hablamos del seleccionado mexicano de futbol que acudirá a la justa mundialista de Brasil. Nos referimos a las leyes que reglamentarán el conjunto de reformas constitucionales aprobadas por el Congreso mexicano en 2013; en especial la político-electoral, energética y de telecomunicaciones. ¿Y por qué pasarán caminando?

Porque contrariamente a lo que muchos suponen; contrario a la especulación sobre supuestos conflictos insalvables que pudieran tronar las leyes secundarias, lo cierto es que tanto el PRI como el gobierno de Peña Nieto y sus aliados, no sólo tienen bajo control las variables política, numérica y de imagen pública que pudieran echar abajo el trabajo legislativo en las cámaras del Congreso.

Así, por ejemplo, el gobierno federal y su partido tienen listo un plan b que —si bien sería extremo—, cumple con todos los básicos de un escrutinio legal y democrático. Se trata del cálculo numérico y de la logística para aprobar con la mayoría de la mitad más uno de los asistentes al Congreso —como lo establece la Constitución en el caso de las cámaras de diputados y senadores—, las leyes secundarias en cuestión.

Y es que a pesar del maniqueísmo del que con mucha frecuencia echan mano tanto PAN, como PRD y PRI, lo cierto es que la prueba del ácido de la democracia no es el llamado consenso, sino la mayoría. Dicho de otro modo; que si hoy el PRI y sus aliados como el PVEM y el Panal deciden aprobar juntos las leyes que reglamentarán las reformas constitucionales, sin tomar en cuenta al PAN y el PRD, lo pueden hacer sin que hayan violentado ninguna ley y sin transgredir ningún principio político y menos democrático.

En el fondo, la práctica del mal llamado mayoriteo —que en el discurso y en términos maniqueos suelen descalificar el PRD y el PAN—, en realidad es un recurso no sólo legítimo y legal, sino al que frecuentemente recurren los propios azules y amarillos en los congresos donde tienen o han tenido mayoría. ¿Tienen dudas? Basta echarle una mirada a la Asamblea del Distrito Federal, en donde el PRD suele mayoritear y ha mayoriteado sin recato en los últimos 15 años. El PAN lo hizo de manera cotidiana en los congresos en donde tuvo mayoría.

La pregunta entonces está en otro lado. ¿Por qué el PRI y sus aliados aún no han recurrido al mayoriteo frente al PAN y al PRD en las leyes secundarias? La respuesta se llama prudencia política. Y esa prudencia está emparentada con ingredientes fundamentales en política, como la legitimación y el consenso. Es decir, que el PRI y el gobierno de Enrique Peña Nieto actúan con prudencia política a partir de que el Pacto por México fue un gran acuerdo que surgió precisamente de la buena voluntad y que tiene en el consenso su principal virtud.

Y es que, por donde se quiera ver, resulta una imprudencia política —si no es que un suicidio—, que el PRI pretendiera forzar con su sola mayoría la aprobación de las leyes reglamentarias en materias como la energética y de telecomunicaciones, cuando al mismo tiempo en el PRD y en el PAN las distintas corrientes se disputan la dirigencia del partido. Por eso el PRI se replegó de manera prudente en el mes de abril y lo hará en mayo, al tiempo que envió al Congreso los proyectos de dictamen para que fueran analizados y discutidos el tiempo que sea necesario. Así ocurrió, por ejemplo, con leyes como la de telecomunicaciones, político electoral y en horas recientes con la energética.

Las dos últimas leyes —telecomunicaciones y energética—, podrán ser analizadas, discutidas y socializadas a lo largo del mes de mayo, en tanto que el PAN concluye la selección interna de su nuevo presidente. El PRI y el gobierno de Peña Nieto esperan que el ganador sea Gustavo Madero. Y por esa misma razón, para no dar lugar a que el adversario de Madero, el señor Ernesto Cordero utilice como bandera la alianza del PRI y el gobierno de Peña con Madero, hasta el mes de junio serán discutidas y aprobadas las leyes de telecomunicaciones y energéticas.

Mientras tanto, entre hoy y el 10 de mayo se aprobarán las leyes secundarias de la reforma político-electoral, que eran condición del PAN para avanzar en la energética y en la de telecomunicaciones. ¿Tienen dudas de que las llamadas leyes secundarias ¡pasarán caminando!? Al tiempo.


EN EL CAMINO

Anoche se llevó a cabo el debate entre Madero y Cordero. No servirá de nada. ¿Por qué? porque la elección del nuevo presidente del PAN no es de ideas o propuestas, sino de mañas. Y ganará el más mañoso, no el mejor.

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