Mucho ruido y pocas nueces

Opinión
/ 2 octubre 2015

Amables amigos Me extraña mucho que Miguel Herrera se haya prestado a esta clase de jueguitos. El 13 de julio terminó el Mundial y todo lo que pasó en Brasil, allí se debió quedar y no andar como una vieja argüendera en la situación con Jesús Corona. 

Estoy de acuerdo que Miguel se muestre como un técnico relajado y soy el primero en aplaudir que conteste las llamadas a todos los medios, pero que queme su imagen todos lados, se me hace muy absurdo para su futuro. 

Se enganchó 

Por el otro lado, Jesús Corona, quien ya sabe lo que es quedarse sin un Mundial por indisciplinado y que se perdió otro, porque a Herrera se le hizo más seguro Guillermo Ochoa, en lugar de ponerse a trabajar y esperar su turno, se pone a discutir una situación que ya no tiene ningún remedio para él. 

Y lo peor fue que mientras Corona, con justa razón, se ofendió y habló de que ya no le tendrá confianza Al Piojo o qué pensará si vuelve a una convocatoria al Tri, al otro día, la Comisión de Selecciones Nacionales da carpetazo al asunto con un comunicado que dice que ya se arreglo el malentendido. 

Entonces, ¿Cómo queda Corona y sus declaraciones? Pero lo peor no fue eso, sino que el martes Agustín Manzo, director deportivo de los celestes, mencionó que aconsejó a Corona a que estuviera listo para un nuevo llamado, que se pusiera a trabajar y que madurara como persona. 

Ahora, pienso que si El Piojo quiere que sus festejos vuelvan a verse a nivel Mundial en Rusia debe llevar la fiesta en paz con todos sus futbolistas. 

Dejo mi reflexión del día: ¿La Comisión de Selecciones Nacionales será capaz de evitar que en la Selección haya polémicas de este tipo o los próximos cuatro años en lugar de ponerse a trabajar para Rusia 2018, tendremos que hablar más de escándalos que de progreso en la cancha? Eso sólo el tiempo lo dirá.

Por Antonio Esquivel

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