Alcalde ¿cómo vamos?

Opinión
/ 2 octubre 2015

La sociedad mexicana avanza en un proceso democratizador inacabado, del autoritarismo vamos rumbo a la democracia, aún no llegamos plenamente a la meta, pero damos pasos afirmativos, vamos adelante, despacio tal vez, pero caminamos.

De la dictadura pasamos al sufragio efectivo y del partido hegemónico pasamos a la alternancia (a veces damos pasos atrás, como el carro completo, sin embargo, espero que sea solo un accidente temporal).

Pero en este camino rumbo a la democracia no ha sido solo de las instituciones, de los partidos o de los actores sociales; la verdad es que la evolución ha sido de toda la sociedad, incluyendo a los ciudadanos.

En efecto los ciudadanos han pasado de la apatía a la participación, de la inacción y la indolencia a la organización y el protagonismo activo en los procesos que a todos nos atañen y es que el quehacer público no es solo de los políticos, la democracia no termina en las urnas, ahí empieza.

El país avanza cada vez que un grupo de ciudadanos se organiza para incidir en su entorno, por eso es de aplaudirse la creación del Consejo Cívico de las Instituciones en Coahuila y el ejercicio de evaluación que realizan denominado “Alcalde ¿cómo vamos?”.

Es la transparencia, el acceso a la información y la rendición de cuentas lo que le permite a las instituciones públicas desarrollar de mejor manera su trabajo, es decir, cuando los ciudadanos vigilan y dan seguimiento a las autoridades, mediante procesos de evaluación y verificación de indicadores que al final hacen públicos, entonces las autoridades se esmeran en mejorar.

En “Alcalde ¿cómo vamos?” un grupo de ciudadanos y de instituciones intermedias de la sociedad evalúan y dan seguimiento al cumplimiento de metas de las autoridades municipales, en este caso de Saltillo y Ramos Arizpe. Los resultados de esta evaluación se dieron a conocer la semana pasada y arrojaron una calificación de 8.6 para la capital y 8.3 para el municipio vecino.

El ejercicio de evaluación seguirá, además, durante los siguientes años de las administraciones municipales. Lo que servirá como acicate para brindar un mejor servicio a los ciudadanos.

Vale decir, además, que el ejercicio del Consejo Cívico de las Instituciones mide realidad y no percepción, es decir se basa en objetivos y metas, y lo más importante: exige evidencias. No basta con que el municipio asegure tener un avance, debe presentar evidencia, aspecto clave y fundamental. 

“Alcalde ¿cómo vamos?” es un ejercicio, riguroso, estricto, profesional, independiente y apartidista, de esos que necesitamos en el país y en el estado, por eso resulta lamentable que algún actor político, haya levantado la voz para desacreditar un genuino ejercicio ciudadano.

Lejos de las filias y fobias partidistas, lejos de enconos, es momento de guardar la calma y la cordura política. La ciudad, no un partido u otro, los ciudadanos saldrán ganando si se consolidan evaluaciones de este tipo.

Por el más mínimo pudor político, la noción más leve de ética, el Partido Revolucionario Institucional debería desistir en su afán de dañar este ejercicio de verificación y seguimiento, no todo es control, ataque y grilla. Pero tal vez nuevamente soy ingenuo y me equivoco en redondo al esperar ese gesto de madurez. 

*El presenta artículo expone mi punto de vista, no la opinión del Gobierno Municipal en el que laboro.

columnaacropolis@gmail.com

Twitter: @bebefuerza




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