Tejen alianza PRI-PAN en el DF

Opinión
/ 2 octubre 2015

En el año 2010, la novedad política fue la construcción de impensables alianzas entre el agua y el aceite; entre la derecha y la izquierda, representadas por los partidos que nacieron para derrotar al PRI. Nos referimos, como todos saben, a las alianzas del PAN y el PRD.

Por lo absurdo de su origen —que unificaba a los partidos de ideologías no sólo antagónicas sino que históricamente han sido adversarios—, esas alianzas fueron bautizadas como contranatura, ya que iban precisamente en contra de la naturaleza de la derecha y la izquierda.

Pero lo más importante es que la razón política que en su momento esgrimieron los promotores de los matrimonios políticos por conveniencia —y que en realidad nunca convencieron a nadie—, es que el PAN y el PRD se aliaron sólo para derrotar al PRI en estados como Oaxaca, Puebla y Guerrero, entre otros.

Hoy, sin embargo, el viento de las alianzas no sólo parece cambiar de dirección sino de promotores y de objetivos. Y es que, por absurdo que se antoje, las dirigencias nacionales del PRI y del PAN —y sus respectivas réplicas en el DF—, sostienen pláticas formales para establecer una alianza electoral en la capital del país.

Y la idea es la misma que de antaño animó las alianzas del PAN y PRD contra el PRI. Es decir, que hogaño, el PRI y el PAN llevan a cabo acuerdos políticos para sacar del poder al partido hegemónico en la capital del país y que se he convertido en un peligro para los capitalinos.

Es decir, que la derecha panista y el centro priísta están dispuestos a sumar fuerzas para que en las urnas sea derrotado el PRD en el DF. ¿Y eso qué quiere decir? Casi nada, que el PRI y el PAN capitalinos aspiran a equilibrar no sólo la composición de fuerzas en la Asamblea Legislativa del DF, sino en las delegaciones políticas que, como se sabe, son el equivalente a los municipios en cualquier otra entidad federativa.

¿Y por qué es importante la alianza del PRI y el PAN en las elecciones de 2015?

1.—Porque en las elecciones de 2015, el PRD del Distrito Federal vivirá su mayor debilidad electoral de los últimos 20 años y —por consecuencia—, porque es el mejor momento político para arrebatarle una buena porción de su capital político; votos y clientela.

2.—Porque en las elecciones intermedias de 2015, la izquierda mexicana ya habrá procesado la mayor división de su historia, una vez entregada el acta de nacimiento a la Morena de López Obrador, y que ese partido no podrá competir en alianza.

3.—Por eso, en junio de 2015 se podrían enfrentar en la boleta electoral los candidatos de la alianza PRI-PAN, del PRD y de Morena —respectivamente—, con la previsible fragmentación en tres tercios el tamaño del electorado de la capital. Eso sin contar con que el PVEM y Panal podrían sumarse a la alianza de todos contra el PRD.

4.—Porque más allá del voto duro, del clientelismo y los votos cautivos gracias a los ambulantes, taxis pirata y a los programas que regalan dinero, buena parte del electorado del DF está llegando al límite debido a los deficientes gobiernos del PRD en la capital del país.

5.—Y porque los gobiernos del PRD en jefaturas delegacionales y la mayoría de los amarillos en la ALDF, han llegado al límite de la corrupción, transa, extorsión y el valemadrismo que lastiman a los ciudadanos. Hoy, para no pocos capitalinos, los gobiernos del PRD son una verdadera pesadilla.

Y es que el ambulantaje ha crecido sin límite, el cliantelismo ahoga a la ciudad, en tanto que la Asamblea Legislativa es tapadera de intolerables corruptelas de las cada vez más ineficientes autoridades delegacionales.

Y es tal el enojo, la irritación y el hartazgo, que no pocos capitalinos creen hoy que los gobiernos del PRD en la capital del país son mucho peores que los gobiernos del viejo PRI, que fueron echados hace más de 17 años.

¿Qué le pasó al PRD; al partido que llegó al GDF con la esperanza de convertir a la capital en el mejor lugar para vivir, de todo el país?

Entre muchas otras cosas, los gobiernos del PRD se pervirtieron porque convirtieron a la capital no en laboratorio de lo mejor de los gobiernos de izquierda, sino en trampolín para acceder al poder presidencial. Los amarillos creyeron —y siguen creyendo—, que los ciudadanos no tienen memoria y que aguantarán todas sus pillerías todo el tiempo. Lo cierto es que puede estar cerca el fin de la hegemonía del PRD en el DF. Al tiempo.


EN EL CAMINO

Sí, la vida privada es privada. Pero la estupidez casi siempre es pública. Por eso se va Luis Alberto Villarreal.

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