Lamento que no me haya tocado escribir mi mensaje el lunes pasado. Después de mis padres, mis maestros fueron las personas a quienes más respeto y sigo admirando. Permítaseme hacer una remembranza. Yo inicié mi educación primaria en una escuela pública de la ciudad de Chihuahua, era grande porque incluía a gran cantidad de infantes de diversas colonias. La directora era una mujer, adulta mayor, pero de gran experiencia docente.
Mi madre, una mujer cuya prioridad era darnos una educación de calidad, perseguía ese objetivo, por ello nos inscribió en un colegio católico que recibía sólo alumnos de escasos recursos. Sin duda, era un buen colegio, recuerdo que la disciplina era férrea, casi militar, disculpe la comparación, pero así era. La secundaria la realicé ya en Saltillo, en la Mariano Narváez, y los estudios posteriores en instituciones particulares, pero la maestría la estudié en la UNAM, de lo cual me enorgullezco, y ahí di clases en Trabajo Social y en Contaduría, una experiencia inolvidable. Admiro a mis docentes en todos los grados y sigo dándoles las gracias.
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Como se sabe, esta es una fecha festiva establecida por el presidente coahuilense don Venustiano Carranza, y que tiene como objetivo exaltar la labor de los maestros a causa de la coincidencia con el aniversario de la toma de Querétaro, suceso que marcó la caída del Segundo Imperio Mexicano comandado por el emperador Maximiliano de Habsburgo y que consolidó a nuestra República mexicana.
Desde los primeros decenios del siglo antepasado, el gremio magisterial ha luchado por una educación de calidad, por estar en todas partes, desde el rincón más alejado y agreste del país hasta el barrio más céntrico de cada ciudad. Históricamente, la presencia de los maestros ha sido relevante para generar vínculos y valores en la vida familiar, así como social y en la construcción comunitaria; ellos refuerzan la labor educativa de la familia o la suplen si es débil.
Situándonos en la actualidad, durante el ciclo escolar 2018-2019, el Sistema Educativo Nacional (SEN) contó con 2 millones 100 mil 277 maestros, de los cuales 58.3 por ciento pertenecía a educación básica, 20 por ciento a educación media superior y 19.7 por ciento a educación superior, además un 2 por ciento participaba en el programa de capacitación para el trabajo.
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En el contexto del Día de las y los Maestros, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un aumento salarial de 8.2 por ciento para trabajadores de la educación que será retroactivo a partir de enero de 2023. Anunció además que ningún maestro ganará menos de 16 mil pesos mensuales, ya que gran cantidad de docentes alcanzaban menos de 12 mil pesos. La educación la tiene que otorgar el Estado de manera gratuita, aseguró el Presidente y se comprometió a seguir entregando de forma directa recursos a todos los planteles de educación básica, a fin de que las instalaciones mejoren de manera sustancial, así como las becas para los estudiantes de bajos recursos en todos los niveles educativos; ahora son 11 millones los alumnos que se benefician con las becas, pero refrendó su compromiso de entrega directa a becarios y planteles, lo cual asciende a 42 mil millones de pesos adicionales al presupuesto, además, se analizará un posible aumento al sistema de pensiones y sus reformas.
Pese a los aumentos y reformas, los profesores están manifestando inconformidades y exigen diálogo para deliberar sobre las condiciones de trabajo que empeoraron con la pandemia.