¿Abolir la reelección y el nepotismo?

Tarea titánica la de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en 2025 enviará una iniciativa que busca eliminar la reelección en todos los cargos de elección popular y también, el nepotismo en la selección de dichos candidatos. Esta propuesta abarcaría a legisladores locales y federales, así como a presidentes municipales, ya que hasta hoy, estos cargos pueden repetir al menos una vez más.

Fue el coahuilense Venustiano Carranza quien promulgara la Constitución Mexicana en 1917 y en ella no se permitía ninguna reelección en cargo alguno. Esto se mantuvo así hasta la llegada a la presidencia de la República de Felipe Calderón, abriendo la posibilidad de reelección en presidentes municipales y legisladores.

Ahora Sheinbaum plantea que con su iniciativa se evite postular a los hijos en cargos públicos para acabar con el nepotismo. Suena a fábula. Suena a algo imposible en el concierto nacional tan habituado ya a esto.

Aquí el asunto es cuánto escozor provocará incluso dentro del mismo partido de Regeneración Nacional que ahora se ostenta como una alternativa libre de estas prácticas. Sin embargo, hay ejemplos en Coahuila y en otras partes del país que demuestran lo contrario. Veamos el caso de la gobernadora de Guerrero, quien fue designada por su padre luego de que él perdiera la posibilidad de ser gobernador, cuando la Comisión de Honor y Justicia de su partido le retiró su candidatura para la gubernatura debido a diversas denuncias y acusaciones relacionadas con abuso y violación. Claro, se articuló como en otros partidos, una plataforma de votación -en dos días apenas- que no niega el nepotismo.

Destaco este caso, ya que Guerrero ha seguido una errática política en cuestiones de seguridad y se observan declaraciones de su padre, actual senador, quien sale en defensa de la actual gobernadora, en medios de comunicación. Él ya ha vivido la reelección en cargos públicos y es una muestra de esta forma de operar en todos los partidos políticos.

La escasa experiencia de su hija al frente de un estado convulso, deja ver la ligereza con la que se trata la compleja problemática de violencia y narcotráfico que hay en ese estado, la cual irradia hacia otros estados.

Ha tenido que ser la propia presidenta, Claudia Sheinbaum, quien con sus declaraciones, buscan enfriar la percepción de la ciudadanía. Este es un ejemplo de cómo el ser mujer no habilita a la gobernadora de Guerrero a llevar ni una agenda en favor de las mujeres, ni a tener las credenciales necesarias para gobernar una entidad que desde antaño, ha sido considerada como súmamente convulsa.

¿Podrá la presidenta lograr este sustancial cambio? No veo a ningún integrante de cualquiera de los partidos políticos complacido con esta idea, en ninguno de los estados de esta República. ¿Por qué? Pues tal vez porque esta iniciativa tendrá un efecto moralizante en cascada que incidiría en otras en instituciones públicas y también privadas.

El vocablo política proviene del griego polis que significa ciudad. Está ligado a politeia que significaba algo así como la teoría de la polis y a paideia, esto es, referente a la educación.