Abusos en el Cefereso, ¿basta con la salida de la directora?
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En los últimos meses, los familiares de los personas que purgan una condena en el Centro Federal de Readaptación Social 18, en Ramos Arizpe, han acusado abusos al interior de esta prisión, a tal grado que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Fiscalía General de la República (FGR) han abierto investigaciones.
Las acusaciones han sido tan graves como asesinatos al interior del penal, inclusive a manos de las propias autoridades.
En los últimos meses, esta situación fue escalando hasta causar que en las últimas horas, Jetzael Martínez Cisneros, directora de este penal federal, dejara su puesto en medio de las investigaciones que se siguen en su contra, así como de su equipo cercano.
En el reporte que publicamos en esta edición, se documenta que al menos dos reos perdieron la vida en situaciones “extrañas” en menos de un año.
El primero de ellos ocurrió en septiembre de 2022. El deceso de Agustín Martínez Torres se reportó inicialmente como producto de un golpe en la cabeza, luego de haber caído de su cama. Sin embargo, tras una investigación de la FGR, la versión de su muerte cambió, ya que en su certificado de defunción se dio a conocer que se debió a asfixia y broncoaspiración.
Algo similar sucedió la semana pasada. VANGUARDIA −en un trabajo de Víctor Hugo Arteaga, de XpectroFM− dio cuenta del deceso de Oliver Eduardo Ramos Cardoza, un reo que perdió la vida el pasado 15 de mayo.
La causa de la muerte de Ramos Cardoza fue, de acuerdo con los reportes oficiales, síndrome coronario agudo, es decir, un infarto. Sin embargo, familiares del recluso acusaron que presentaba hematomas en la frente, cara, oído izquierdo, laceraciones en el antebrazo izquierdo, un corte profundo en la muñeca izquierda abajo de la palma y heridas en la mano derecha y en sus dedos, marcas que no tenía cuando su esposa lo visitó apenas cinco días antes de que se reportara su deceso.
La esposa de Ramos Cardoza, Guadalupe Abigail Ávila, confirmó en su momento que su esposo en varias ocasiones recibió amenazas de muerte por parte del equipo de custodios del centro penitenciario y aseguró que en el pasado fue violentado de manera física por ellos, por lo cual presentó cinco denuncias ante la CNDH para evitar que siguieran atacándolo.
Además de este par de muertes, que de por sí implican violaciones graves, también existen acusaciones por abuso de autoridad, violación sexual, lesiones, daño moral y psicológico en contra de la población recluida en este Cefereso de Ramos Arizpe.
En este mar de señalamientos, con recomendaciones de la CNDH de por medio, la estadía de la directora del Cefereso parecía insostenible, sobre todo en una administración federal que ha prometido una estrategia diferente para castigar a la delincuencia, yendo al fondo del problema.
Por lo tanto, se espera que más allá de la remoción de la directora Martínez Cisneros, haya una investigación puntual y pulcra que no deje en la impunidad estos presuntos delitos que habrían sido cometidos por funcionarios públicos. Al menos eso es lo que se esperaría, luego de esta ola de acusaciones en una prisión federal.