Amenazas recíprocas y diálogo posible
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Ya uno dijo –por sanciones recibidas que ve como si fueran declaración de guerra– que pondría en alerta las armas disuasivas. Ya responde otro, desde este hemisferio, que si le tocan un centímetro, allá, de su alianza europea, vendrá –obligada– la conflagración que todos debieran evitar.
El Volodimir ucraniano declaró interés y deseo de dialogar con el Vladimir ruso. Y este, después de las conversaciones sin acuerdos de Turquía, comentó que aceptaría una comunicación interpersonal, si se ve que ayuda a acuerdos concretos.
Lo que debió hacerse al principio para evitar matanzas, se intenta ahora cuando ya hay centenares de cadáveres y miles de civiles sufrientes, en busca de refugio.
Las sanciones recíprocas, acumuladas pueden ser contraproducentes y causar lo que quiere evitarse.
No es justo castigar a los pueblos por los errores de sus gobernantes. Los diálogos no son después de las matanzas sino antes para nunca decidirlas.
Con Venezuela, ahora, el mundo está aprendiendo que, en tiempos críticos, sólo disminuyendo sanciones y decidiendo enmiendas hay beneficios recíprocos... Y paz justa como proyecto compartido.
Hay miles de sirios que quieren ir a pelear por Rusia y muchos voluntarios, de varios países, que se ofrecen a reforzar la defensa ucraniana. De ambas partes está abierta la leva de todos los civiles que quieran capacitarse.
Desglobalizar, incomunicarse, restarse holgura, quitar bienestar y suficiencia, descomponer, desarticular, anular equilibrios, excluir y otros más serán los verbos bélicos para todo el planeta porque toda nación quedaría afectada.
La sabiduría y la plena humanidad abierta a la trascendencia podrían hacer todavía el milagro de un oportuno acuerdo inteligente, cediendo ambos países para retomar caminos de bienestar, aprendiendo de sus desaciertos.
Que lo mejor de la ONU no sea apoyar sanciones sino ofrecer los mejores caminos para no acallar la palabra diplomática entre las partes en pugna. China tiene una cultura milenaria que podría iluminar una mediación sanadora. La ortodoxia cristiana podría apoyar una ortopraxis, excluyendo odios y venganzas...
AMBIVALENCIAS Y PARADOJAS PANDÉMICAS
Más expansión de contagio, más virulencia, más defensa por vacunas, menos gravedad, más inmunidad, precauciones disminuidas. Semáforo primaveral reverdecido. Mayor movilidad. Y, sin embargo, permanencia del riesgo menor. Ya no tanto pandemia sino endemia. Más conocimiento, más investigación. El enemigo está ahí como están otros virus conocidos y controlados.
Algunos organismos padecen consecuencias, daños colaterales con necesidad de atenciones especiales. Los anticuerpos han sido los que han dado la batalla contra la proteína agresora.
SABIDURÍA CUARESMAL
Toda la vida es Pascua (paso), porque venimos a la vida a resucitar. Para eso es necesario eso que llaman muerte y que, cuando llegue, ya no estaremos ahí. Todo ser humano camina hacia esa trascendencia que es la vida plena, verdadera y permanente.
Convivimos en lo efímero, lo temporal, lo corporal, lo material, lo fugaz, lo intrascendente que acompaña lo inmortal.
Si se vive el compromiso con la verdad, la justicia, la libertad y el amor, se puede descubrir y encontrar a Cristo Jesús resucitado y viviente, divino y humano como camino, verdad y vida.
En el tiempo cuaresmal hay luz y cruz para todos. Por la cruz a la luz la humanidad en pandemia y en guerra, tiene una gran oportunidad de salvación, aprendiendo a ser hijo en una paternidad común que nos hace hermanos universales...