¿América Latina, izquierdista?
COMPARTIR
El pasado domingo 18 de junio, los colombianos vivieron las elecciones de segunda vuelta para elegir a su presidente: con 50.44 por ciento de votos, Gustavo Petro, izquierdista y exintegrante del grupo guerrillero M-19, obtuvo el triunfo.
Su apretada elección (su contrincante obtuvo el 47.44 por ciento de sufragios) enfatiza el predominio de la izquierda en América Latina.
¿Quiénes son los presidentes izquierdistas en nuestro continente? Gabriel Boric en Chile (2021), Xiomara Castro en Honduras (2021), Pedro Castillo en Perú (2021), Luis Abinader en República Dominicana (2020), Luis Arce (2020) en Bolivia, Nayib Bukele en El Salvador (2019), Alberto Fernández en Argentina (2019), Miguel Díaz-Canel en Cuba (2019), Andrés Manuel López Obrador en México (2018), Nicolás Maduro en Venezuela (2013) y Daniel Ortega en Nicaragua (2007).
Es importante puntualizar que el exmandatario Lula −ya rehabilitado legalmente− competirá por la presidencia de Brasil en octubre con una ventaja de 48 por ciento contra 27 por ciento del actual mandatario Jair Bolsonaro.
¿Qué países restan fuera de esa órbita? Belice, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Guayana, Surinam, Guayana Francesa, Puerto Rico, Ecuador, Paraguay, Brasil y Uruguay.
En esencia, con excepción de Panamá y (hasta hoy) Brasil, el resto de los países no tienen un sólido potencial económico y, mucho menos, un liderazgo político considerable.
La primera pregunta: ¿es comparable entre sí el izquierdismo de los gobernantes latinoamericanos? No. El liderazgo del chileno Gabriel Boric es de izquierda socialdemócrata. En el ámbito neopopulista de derecha conservadora están la hondureña Xiomara Castro, el salvadoreño Nayib Bukele, el dominicano Luis Abinader, el argentino Alberto Fernández y el mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Finalmente, en el ala neopopulista de izquierda bolivariana están el colombiano Gustavo Petro, el boliviano Luis Arce, el peruano Pedro Castillo, el cubano Miguel Díaz-Canel, el nicaragüense Daniel Ortega y el venezolano Nicolás Maduro.
Si Lula ganase las elecciones en octubre, ubicaría a Brasil entre la socialdemocracia y el neopopulismo de izquierda bolivariana.
Justo es decir que a pesar de las diferencias internas, el ala dura de corte bolivariano buscará liderar el movimiento “izquierdista” latinoamericano para unificarlo y confrontar a Estados Unidos. Andrés Manuel y, eventualmente, su sucesor o sucesora, buscarán guiar dicho movimiento, pero sin éxito. El líder será Petro o Lula.
La segunda pregunta: ¿por qué arriba esta oleada “izquierdista” y variopinta en América Latina? Por la colusión de las élites económicas y políticas que −abrazadas a un modelo neoliberal− fracasan en construir una democracia económica, política, educativa y cultural para incluir a las grandes mayorías.
La tercera pregunta: ¿impacta este movimiento latinoamericano “izquierdista” las elecciones a celebrarse en México el 2024? Sin duda. Los seguidores y simpatizantes de Morena tendrán un incentivo más para alcanzar la victoria y refundar la unidad latinoamericana de corte bolivariano con AMLO a la cabeza.
La cuarta pregunta: ¿cómo incidirá este movimiento en la relación con Estados Unidos? Más allá de la capacidad de estos países para unificarse y articular acciones conjuntas, Joe Biden tendrá que rediseñar su estrategia con América Latina en tres rubros: migración, inversión y seguridad nacional, so pena de perder las elecciones en 2024 y, de ganarlas, quedarse sólo en la próxima reunión Cumbres de las Américas −con los presidentes latinoamericanos− en 2025.
El triunfo de Petro en Colombia no es reflejo directo de un movimiento latinoamericano “izquierdista”, unificado y listo para tomar por asalto el continente; sin embargo, el potencial está ahí.