Asamblea de la SIP: el indeseable desencuentro con el Gobierno

Opinión
/ 10 noviembre 2023
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Pese a la extensión de invitaciones -con la formalidad y el tiempo requeridos- el gobierno del presidente López Obrador decidió mantenrse ausente de la Asamblea General de la SIP

Ayer se inauguró, en la Ciudad de México, la septuagésima novena Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la organización más importante de las Américas dedicada a la promoción y defensa de la libertad de expresión, que agrupa a más de más de mil 300 medios impresos, televisoras, radios y nativos digitales, asociaciones de prensa, empresas proveedoras de servicios e individuos.

Sus reuniones periódicas, además de tener el propósito de poner al día a quienes formamos parte de la industria de los medios, sirven de plataforma para fijar postura en torno a los asuntos relevantes de la agenda hemisférica y refrendar el compromiso de la comunidad con la defensa de las libertades individuales y colectivas.

En esta defensa, quienes integramos la SIP tenemos muy claro que los medios de comunicación y los periodistas compartimos preocupaciones y afanes con el sector gubernamental, pues perseguimos exactamente el mismo objetivo: construir sociedades cuyos integrantes puedan ejercer a plenitud los derechos que les son inherentes por el simple hecho de ser personas.

Desde esta perspectiva, la posición crítica y de revisión permanente del quehacer público representa la contribución que el periodismo hace a la consolidación de los valores distintivos del arreglo democrático, único modelo capaz de garantizar la igualdad sustantiva entre individuos.

La coincidencia en estos afanes es lo que vuelve deseable el encuentro recurrente entre periodistas y gobernantes, pues el diálogo en torno a nuestras preocupaciones comunes constituye una herramienta invaluable para avanzar más rápido en el abatimiento de los rezagos que padecemos.

Lo anterior es aún más deseable -y necesario- en momentos como el actual, cuando las libertades se encuentran amenazadas y el ejercicio periodístico en México atraviesa por uno de sus momentos más preocupantes debido a la violencia que ha cobrado vidas y amenaza la seguridad e integridad de quienes nos dedicamos a este oficio.

Ante tal panorama, resulta lamentable que la ceremonia inaugural de la Asamblea General de la SIP no haya sido ocasión para el encuentro con el Gobierno de la República sino, al contrario, motivo para evidenciar la brecha abierta entre la administración del presidente López Obrador y los medios.

La ausencia del Presidente -o de algún representante de su gobierno- en dicha ceremonia es mucho más que un asunto protocolario. Se trata de un mensaje en el sentido equivocado: el ejercicio periodístico libre y el poder público -al menos por ahora y en México- no pueden sentarse a la misma mesa.

“Esta vez estamos sorprendidos y decepcionados de que el Gobierno (de México) no esté aquí”, dijo ayer el presiente de la SIP, Michael Greenspon. “Estamos decepcionados de la actitud (...) porque implica no reconocen el valor de la prensa”, añadió, para enfatizar la frustración que tal hecho produjo.

Cabría esperar que la actitud de este jueves pueda mudar en el futuro inmediato. Los periodistas, los medios en los cuales trabajamos y quienes integramos la SIP no dejaremos de insistir en ello.

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