Balance del primer año del Gobierno Federal de México
En materia económica normalmente el primer año de gestión del gobierno federal se presenta con algún nivel de incertidumbre, así, éste es de reducido crecimiento económico, más aún cuando la ideología del Partido Político gobernante es de centro-izquierda, como en 2019 en que, dadas las perspectivas catastrofistas de la derecha mediática, política y académica, el crecimiento fue cero.
Con la declarada continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación, en este año el producto interno bruto no se ubicará en cero, lo más probable de entre 0.8 y 1% según los indicadores macroeconómicos, lo cual es insuficiente.
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Se añade la incertidumbre provocada por el presidente Donald Trump, quien, contra toda lógica capitalista, impone aranceles a diestra y siniestra, para proteger e impulsar su economía y, supuestamente, “hacer otra vez grande a Estados Unidos”, pero al tiempo los resultados para su país serán adversos.
En México los resultados del primer año sexenal ha generado tanto fortalezas como oportunidades para la economía nacional. La inflación no tiene tendencia acentuada al alza con 3.76% a septiembre pasado, lo cual permitirá la reducción periódica de tasas de interés, actualmente en 7.5% referencial, para impulsar inversión directa.
A la fecha los ingresos del gobierno federal aumentaron 8.4% por modernización recaudatoria y efectividad en aduanas, con reducción del gasto público en 3.6% real, para efecto de reducir déficit fiscal, aun así, el gasto social, emblema del modelo actual, aumentó de manera real 2% en educación y 5.8% en programas sociales.
Aunque el pago de deuda pública federal y su servicio aumentó 9.3% real en este año, el compromiso financiero se ubica en 49.5% del PIB, menor a 51.3% de 2024, lo cual expresa consolidación y disciplina fiscal con déficit de 581.14 mil millones de pesos, menor que 902.4 mmdp de 2024.Aún con incertidumbre global, el tipo de cambio se sitúa alrededor de 18.30 pesos por dólar, cuando el año pasado cerró en 20.50 pesos por dólar.
Positivo el aumento en registros del IMSS, con crecimiento en cerca de 40 mil plazas, la mayor parte permanentes; lo anterior con aumento referencial de 12% al salario mínimo, lo que garantiza la tendencia de aumento del poder adquisitivo.
Sin embargo, hay pendientes. Si bien la tasa desempleo se redujo en mínimo histórico a 2.93%, la informalidad se ubica en 54.8% con tendencia al alza, aunque no de manera acentuada.
La variable macro que sí continúa con tendencia negativa, así, en lo que va del año, la inversión pública disminuyó 22.8% respecto al año anterior, por conclusión de obras en 2024 y preparación de las anunciadas para el presente sexenio, y la inversión fija bruta tuvo contracción de 6.4%, por incertidumbre interna respecto a seguridad y certeza jurídica y externa por la geopolítica e insuficiente crecimiento económico global.
Otro aspecto es que los aranceles trumpianos empiezan a afectar negativamente sectores industriales, como el automotriz y en 2026 se iniciará la renegociación del T-MEC, trilateral o binacional.
Aún con incertidumbre, el balance del primer año del gobierno federal es positivo: conducción aceptable de la tensa relación con Estados Unidos; la economía no caerá en recesión; recaudación en aumento; salarios y transferencias sociales que fortalecen el mercado interno. La catástrofe no está en el horizonte.