Block de Notas (13): resortes de maldad ocultos en la humanidad

Opinión
/ 25 septiembre 2023

Gracias por leerme. Gracias por atender esta serie de textos en diversas sagas a las cuales les vamos abonando letras conforme se arrancan las hojas del calendario. Pues sí, este tipo de calendarios a los cuales se les arrancaban las hojas con pensamientos y reflexiones en la parte trasera de la fecha, son ya un objeto extinto. Casi. Es decir, en vías de extinción. Este tipo de calendarios que se colgaban de preferencia en la cocina familiar, los mandaban hacer con las diversas imprentas, las mueblerías, las carnicerías, las zapaterías y un largo etcétera, para obsequiarlo a sus clientes con su publicidad tatuada y así estar presente todo el año como un perpetuo recordatorio de dicho establecimiento comercial. No más. Los jóvenes ya no saben de esta estrategia comercial tatuada en los candelarios.

Le decía de mi agradecimiento al leerme y hacer suyas estas letras y reflexiones. Lectores como usted, que me favorece con su atención, me comentan que van coleccionando estas letras en archivos o folders debidamente encabezadas por el título de la saga de su preferencia. Y vaya que usted y yo tenemos varias ollas en la lumbre ya debidamente sazonadas: “Hablemos de Dios”, “El factor Tesla”, este “Block de Notas”, “Café Montaigne”, “Atar a la rata”, sin faltar nuestro encuentro dominical de “Salpicón”. Apenas y en columna pasada hablé de perfilar una saga de textos bajo el encabezado de “Ciudades malditas”, fue inmediata la respuesta y el beneplácito de su acogida.

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Sigue siendo aquello de que el campo, la vida bucólica y campestre, siempre le va a ganar la tirada a la vida maldita, cruel y salvaje de las ciudades. No es verdad del todo, pero eso se cree y es un mito muy extendido en el imaginario colectivo. El hidalgo saltillense y melómano, don Javier Salinas (quien acaba de llegar de un periplo por países como Panamá y Colombia; fue a tomar aire pues) me hace llegar las siguientes palabras, amén de felicitarme por el texto donde perfilé lo anterior (“Atar a la rata 2”), dice: “ciudades malditas y mundo maldito, una historia que empezó con Caín y Abel, pero es una historia viva que aún no termina, maestro Cedillo”. Le creemos.

Lo repito: no el amor ni la bondad, no; el sentimiento primigenio del ser humano son los celos y odio, desde siempre, es decir, Caín sobre Abel; luego llega la venganza (por haber preferido Jehová la ofrenda de Abel, Caín lo mata). Éste y no otro es nuestro origen como sociedad organizada. Por eso las ciudades incuban la ferocidad del animal, por eso las ciudades son malditas, desde su concepción hasta nuestros días. Y como dice el maestro Salinas, la historia aún no termina. Las ciudades nacieron malditas.

La Biblia dice: “Caín... habitó en tierra de Nod (errante, es la traducción), al oriente del Edén. / Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc...” (Génesis 4:14-18). Jehová castigó a Caín por haber matado a su hermano. El Dios iracundo del Antiguo Testamento, Jehová, le puso una señal en la frente para que nadie jamás lo tocase. Por eso las ciudades son malditas, fueron fundadas por un asesino. Pero caray, no todas las ciudades lo son. O bien, esta maldad que incuban provocan o engendran, los creadores, los poetas lo subliman y lo elevan a categoría de arte. Dos ejemplos rápidos: Malcolm Lowry y Cuernavaca, Anna Ajmátova y San Petersburgo...

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Nota Uno: Cuando los niños o nosotros mismos preguntamos una y otra vez del origen de todo, de algo en específico o tratamos de llegar a sus últimas causas, a una respuesta cierta y verdadera e insistimos con la pregunta machacona “¿y por qué?”. Y luego, “¿y por qué?”. Al infinito, no pocos humanos responden con aquello de Baruch Spinoza para zanjar toda respuesta inteligente: “(es) la voluntad de Dios”. A lo cual el sabio Spinoza dice de lo anterior: es el “asilo de la ignorancia”.

Nota Dos: ¿Por qué los humanos y más los mexicanos incuban tanto odio, rencor, salvajismo y maldad en su ser? Pues eso es precisamente lo que trato de tratarle a usted y desde hace un buen tiempo a la fecha. Encontrar esos resortes de maldad ocultos que afloran en el menor segundo posible en la humanidad de ciudadanos mexicanos en todo el país. Habitamos ciudades malditas. Lea usted lo siguiente y a vuela pluma...

Nota Tres: Asesinan a taxista en Saltillo. Día 17 de septiembre. Fue muerto con arma blanca. Presumiblemente para robarlo. Se llamaba Héctor Ulises Ramírez. ¿Un asesinato más, un asesinato menos? ¿Da igual? Caray, no. Era un ser humano. Y los humanos deberían de ser más importantes para las autoridades que... ampliar el bulevar Tesla entre Saltillo y Santa Catarina. En el presuntuoso San Pedro Garza García, N.L., aparecieron dos narcomantas colgadas en sus lustrosos puentes (17 de septiembre). Asesinatos, ejecuciones, detenidos, robos... esto es san Pedro hoy en día.

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Nota Cuatro: El muchacho llamado “Peso Pluma” para mí es intrascendente y no ofrece arte o música. Respeto a quien le guste. Pero... si los criminales lo amenazan y están suspendiendo sus conciertos, la cosa es grave...

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