Block de notas (33): Mi respuesta era tajante, Donald Trump iba a ganar

Jamás cambio de opinión. ¿Estoy errado en lo anterior? Tal vez sí, pero mis ideas y opiniones son mías. De nadie más. ¿Es mi verdad contra su verdad, señor lector? Absolutamente no, por eso hoy nadie tiene tertulia, nadie convive. Unos dicen “es mi verdad, no la tuya”. Caray, desconfíe de ellos, de eso. Hay una sola verdad, sin matices, claroscuros de verdad (o mentiras o engaños según sea el caso).

El ejemplo lo aprendí en la escuela primaria, es un ejemplo clásico y bobo al respecto, pero se quedó grabado en mi memoria para siempre: ¿qué cae primero si te subes a una mesa y dejas caer de tus manos al unísono, un kilo de fierro y en la otra un kilo de algodón? ¿Cuál cae primero?

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Lo anterior viene al caso porque ahora, con la moda de Internet y estar en vivo y en tiempo real (lo que eso signifique), aquí mis editores en VANGUARDIA me han puesto tiempos y formas de entrega de textos contra reloj. Es decir, se privilegia la nota periodística diaria y en el segundo y nosotros los analistas (que jactancioso y pretencioso, ja), hemos quedado en segundo y quinto término o al final de la fila.

No pasa nada. Pero en honor a mis jefes y editores, todos mejores a su servidor, siempre me tributan y me dejan modificar de última hora mis textos. Cosa que jamás he aceptado y jamás voy aceptar. Lo escrito, escrito está. Es aquello que dijo el gran José Emilio Pacheco, cito de memoria: no se puede modificar el tiempo en el cual fueron escritos esos poemas.

Muchos, hartos lectores que como usted me otorgan el beneplácito de su lectura y atención, me preguntaron en la fila de las tortillas, en el “Oxxo”, en la fila de pagar el “agua”, en el café para inválidos, en la cantina para briagos... en fin, todo mundo me preguntó por mi tiro de naipes en gringolandia: ¿Quién iba a ganar? Mi respuesta era tajante: Donald Trump. Sin duda. El pasado 11 de noviembre en este generoso espacio, a destiempo de la ingrata política diaria, salió editada la siguiente muletilla futurista que se cumplió cabalmente...

“Escribo estas líneas el día martes cuatro de noviembre. Día crucial y semana decisiva para tres países con destinos cruzados y destino manifiesto: España y su catástrofe bíblica, la elección de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos (ojo, lo apuesto antes de las elecciones) y el galimatías que es México con derogar de plano nuestra Constitución por parte de los monos y simios de Morena y su corte de claques...”

Caramba señor lector, déjeme vanagloriarme de que si me “gira la piedra” y de que todo se cumple cuando pongo un acento en el futuro, un futuro que no existe, pero que es fácil de otear en el horizonte cuando se tienen ideas, lecturas y sobre todo, cuando uno no espera nada, absolutamente nada del futuro. Es decir, cerebro frío y no emociones, que es basura. Todo, todo se cumplió y los amigos y persona que me abordaban en todo lugar, han vuelto a buscarme y me pregunta por ello, por esto ¿cómo lo supe?

ESQUINA-BAJAN

Nota Uno: Hay noticias que pasan desapercibidas, a nadie importan. Son notas fantasmas, porque los protagonistas son eso, fantasmas, un cero menos un cero más. Son carne fresca de cañón en las maquiladoras, son los lavaplatos de restaurantes, son los “cricosos” u obreros que mueren diario en sus motonetas que son una plaga bíblica en la ciudad...

Nota Dos: La noticia pasó desapercibida pero nos refleja de cuerpo entero: el pasado martes 17 de septiembre se desplomó un techo en una colonia proletaria de las cientos de la ciudad. Casa 746 de la calle Francisco Coss de la Colonia La Peñita, en las faldas del Cerro de Las Galeras (¿usted ha ido? Lo reto a que vaya, es zona de guerra. Si Dios quiere y va, sale vivo, si no, “pos” no). El techo de dicha choza se desplomó y mató al menos a dos, aplastó a ocho. ¿De dónde eran y porque vivían hacinados? Eran tabasqueños y así viven ellos, así los tratan en las empresas transnacionales de la ciudad...

Nota Tres: Creo que usted lo sabe, el 98% de los habitantes de la región sureste de Coahuila ya no somos locales, sino son foráneos. Por eso en Ramos Arizpe (tierra que ha gobernado y sobradamente bien el Alcalde el cual está bien cotizado, José María Morales, “Chema Morales.” Va a un alto puesto en el gabinete del “Cowboy urbano”, Manolo Jiménez) hay colonias que se auto nombran “La Legión extranjera”, “Ay mi Veracruz”, “Mi Tabasco es un Edén”. Y un largo etcétera.

Nota Cuatro: Ya me acabé el espacio tengo muchas ideas en mi cabezota (qué pretencioso, le digo). De esto y muchas otras cosas, he platicado en animadas tertulias con el alcalde electo, Javier “El tritón” Díaz. Un día comentamos de lo siguiente, ¿cómo dotarlos de nuestra de identidad? ¿Cómo “anorteñarlos” y darles sentido de amor y pertenencia a los sureños que aquí ganan sus pesos para que escuchen cada fin de semana en ruido obsceno su música? ¿Qué hacer? Pues no tengo duda, educándoles.

Nota Cinco: Y lo más rápido se me ocurre y barato, es un ciclo de cine con todo lo que tiene que ver con Coahuila y Saltillo. No poca cosa: “La pandilla salvaje”, un clásico. Todo Emilio Fernández. “Alma Grande en el Desierto” de 1967. “Cabeza de Vaca” de 1990. Nominada al “Oscar”, puf. “Como agua para Chocolate”, “El Mariachi”, cinta de la cual el sabio Carlos Arredondo puede dictar cátedra... en fin. Me falta espacio.

LETRAS MINÚSCULAS

Esther Quintana, Secretaria de Cultura, tiene la palabra... todo por hacer. Y no hacen nada y pocos le ayudan al “Cowboy Urbano”. Ahí vienen los reajustes al gabinete, que nadie se espante.