Claudia Sheinbaum y el cierre de su primer año
COMPARTIR
La Presidenta ha recorrido el país reiterando el mensaje central de su movimiento político. Pero las palabras comienzan a sonar huecas porque no coinciden con las acciones
La presidenta Claudia Sheinbaum cerró ayer, con un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México, un mes de recorridos por el país durante el cual expuso, ante distintos auditorios, el resumen de los primeros 11 meses de su administración. La gira señalada se registró en el marco del Primer Informe de Gobierno del actual sexenio.
La plancha de la Plaza de la Constitución, considerada el corazón político del país, ha sido largamente el espacio favorito de encuentro de los políticos de izquierda. Llenarlo es, a no dudarlo, un reto fenomenal que no cualquiera asume.
TE PUEDE INTERESAR: Vanguardia cumple 50 años: medio siglo de compromiso, retos e innovación
Y es que las postales de un Zócalo abarrotado producen un impacto –visual y emocional– muy distinto al de uno que se encuentre parcialmente vacío. Porque, incluso cuando llenarlo a la mitad de su capacidad demanda una multitud impresionante, cualquier cosa menos que lleno es considerada un fracaso político.
Ayer el morenismo cumplió. Una multitud, que las autoridades capitalinas calcularon en 400 mil personas, desbordó la Plaza y arropó a la primera mujer en ocupar la máxima magistratura del país.
A diferencia del pasado, cuando en el “Día del Presidente” se esperaba un discurso con grandes anuncios, o “sorpresas”, el de ayer no contuvo ningún “anuncio espectacular” ni “revelaciones inesperadas”, sino que se limitó al repaso y la reiteración de lo que se ha venido diciendo durante las últimas semanas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Lo más destacable es por ello la insistencia en el mensaje político relativo al combate a la corrupción, el ejercicio despótico del poder y los excesos, elementos que han estado en la agenda pública en los últimos meses y han sacudido al morenismo, varias de cuyas más conspicuas figuras han sido sorprendidas haciendo justo aquello que apenas ayer condenaban.
El mantra de los últimos siete años que dicta “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo” se ha venido resquebrajando ante la acumulación de casos de derroche, lujos y, sobre todo, de monstruosos casos de corrupción como el relativo al “huachicol fiscal”.
La presidenta Sheinbaum reiteró ayer su compromiso con la austeridad y el ejercicio “humilde” del servicio público. Quien traicione y robe al pueblo, aseguró desde el templete, enfrentará a la justicia.
TE PUEDE INTERESAR: Sheinbaum advierte: ‘Quien robe y traicione al pueblo enfrentará la justicia’
El tema seguirá, sin duda alguna, en la agenda, pues los señalamientos no se van a diluir rápidamente. Pero sobre todo porque, si se cumple la promesa de investigar y perseguir los presuntos delitos cometidos, “caiga quien caiga”, el actual gobierno tendrá que comenzar a perseguir a quienes, dentro de los suyos, están detrás de los escándalos.
La movilización de ayer, sin duda, deja claro que el Gobierno de la República sigue teniendo un amplio respaldo popular. Eso también lo reflejan las encuestas. Pero muy pronto han aparecido los signos de desgaste que convocan a dar un golpe de timón, so pena de comenzar a ver diluirse el apoyo que le ha permitido a Morena convertirse en el nuevo partido hegemónico de México.