Coahuila apunta al futuro impulsando clúster eléctrico
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Ayer se colocó, en el municipio de Ramos Arizpe, la primera piedra de lo que será la planta LG Magna e-Powertrain, que marca el surgimiento del clúster automotriz especializado en la industria eléctrica en nuestra región. Se trata de una primera inversión, de 300 millones de dólares, que reafirma el lugar del sureste coahuilense en este renglón económico.
Todos lo hemos escuchado reiteradamente en los últimos años: la industria automotriz avanzará, cada vez con mayor velocidad, hacia la producción de autos impulsados por baterías. Se trata de un proceso irreversible que pondrá fin a los vehículos que utilizan combustibles fósiles.
El cambio no ocurrirá de forma instantánea, eso está claro. Pero la tendencia y la dirección están muy claras, por lo que las vocaciones productivas de regiones como la nuestra deben colocarse en sintonía con la transformación que es inevitable.
En este camino, lo que corresponde a la iniciativa privada y al Gobierno es generar las condiciones necesarias para no quedar excluidos de este proceso sino al contrario: garantizar que seamos parte del futuro.
En este sentido, al colocar ayer la primera piedra de la nueva planta, el gobernador de la entidad, Miguel Ángel Riquelme, ha dicho que la presencia de las empresas que convergen en este esfuerzo (LG y Magna) “representan para Coahuila la garantía de enfrentar los nuevos retos que a nivel global se presentan en el tema de la energía, y sobre todo de la constitución de un nuevo clúster en la fabricación de autos eléctricos”.
Adicionalmente, señaló que al Gobierno del Estado le toca “poner las condiciones propicias para el desarrollo, garantizar el estado de derecho, la seguridad y personal altamente calificado, como ya se está haciendo”.
Lo señalado por el mandatario, es necesario resaltarlo, no es una simple frase de ocasión, sino el retrato puntual de una entidad en la cual existe seguridad, mano de obra calificada y certidumbre en materia laboral, elementos indispensables para generar confianza en las inversiones.
Como en ocasiones anteriores, en las cuales nuestra región ha mantenido su posición como asiento importante de la industria automotriz que opera en México, vale la pena reiterar que, sin desmerecer la buena noticia que implica esta nueva inversión, es necesario avanzar en otros aspectos a fin de consolidar la competitividad local.
El sureste de Coahuila no solamente debe mantener su posición de ventaja sino acrecentarla. Y eso tiene que ver con el desarrollo de aspectos como la investigación tecnológica y la formación de talento humano altamente calificado que ofrezca atractivos adicionales a la inversión y posibilite la diversificación de nuestra economía.
Hay que celebrar, desde luego, el paso que se ha dado ahora y que fortalece nuestra condición en el mercado automotriz, pero inmediatamente después resulta indispensable invertir energías y recursos en las tareas necesarias para que ésta no disminuya en el futuro.