Coahuila seguro
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Cierra los ojos. Abre tu mente. Reflexiona. Si te preguntaran sobre cuál es el principal problema en México, ¿qué contestarías?
Quizás alguno piense en la situación económica, y no le faltará razón. Hoy en día es todo una hazaña encontrar trabajo. La situación es tan complicada que el sueldo rinde cada vez menos. Cientos de negocios han cerrado sus puertas definitivamente por la crisis reinante tras un sexenio de despilfarros en obras caprichosas e inservibles. En muchos hogares reina la desesperación por no encontrar sustento.
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Posiblemente otro crea que el principal problema sea la deficiente educación, y tampoco estará equivocado. Ya se sabe que un pueblo ignorante, es un pueblo condenado al subdesarrollo. ¿Pero cómo mejorar las condiciones educativas si las aulas están secuestradas por un sindicato tan nocivo como la CNTE y tan corrupto como el SNTE? ¿Qué futuro nos espera si tenemos a una presidente que, por sistema, apuesta por un pueblo ignorante que aplauda y apoye todas sus ocurrencias?
Podría ser que alguno piense que el principal problema en la actualidad esté provocado por la incapacidad de la Selección Mexicana de llegar no digamos al quinto partido en un Mundial, ahora el problema está en que ni siquiera pasamos a la ronda de octavos de final; o tal vez por la imposibilidad de viajar a Laredo para ver las ofertas en Ross. Total, cada quien sus ideas y sus problemas, ¿no?
Sin embargo, muchos coincidimos al afirmar que el principal problema en México es la inseguridad.
Como una gran ola, la delincuencia va inundando al territorio nacional, al grado que en muchas ciudades ya se encuentran con el agua hasta el cuello o más bien con la sangre hasta el cuello. No existe población, por pequeña que sea, que se encuentre exenta de robos, violaciones, de la venta de drogas o de ejecuciones a plena luz del día.
Tan grave es la situación, que poco a poco nos hemos acostumbrado a los actos delictivos. Sin embargo, cuando nos toca ser víctimas de la inseguridad pública, nos damos cuenta de la triste realidad que nos ha tocado vivir.
Dentro de todos los crímenes, quizás el más doloroso, además del asesinato, es el que nos arrebaten nuestra libertad así como la desaparición forzada, delito que aumenta escandalosamente.
Por desgracia, no se necesita estar secuestrado para perder la libertad. Hoy México tiene miedo. Evitamos viajar por carretera incluso a Monterrey debido a los múltiples robos de automóviles perpetrados por bandas del crimen organizado. En algunas ciudades los jóvenes procuran divertirse en la casa de algún amigo y no en un bar por temor a una balacera.
Ante esta situación, y ante la falta de una estrategia efectiva de un gobierno que se niega reconocer que no se logró nada con la política de “abrazos y no balazos”, algunos gobernadores le han entrado de lleno a la lucha contra las organizaciones criminales.
Manolo Jiménez Salinas, mandatario de Coahuila, ocupa un lugar destacadísimo entre quienes han tenido que luchar frontalmente contra narcotraficantes y bandas criminales. Ante la oleada de violencia generada en entidades vecinas como Zacatecas, Durango, Chihuahua, San Luis Potosí o Nuevo León, el Gobernador rápidamente delineó la estrategia a seguir para mantener los niveles de paz y seguridad en territorio coahuilense.
Es cierto que en Coahuila hay robos, venta de droga o incluso algunos asesinatos, pero aquí entre nos, la inseguridad no ha alcanzado tal nivel que salir a la calle o andar de noche en algún bar sean considerados como actos suicidas.
No se si sabías pero Coahuila es el segundo estado con menor número de homicidios y con menor incidencia en robo de automóviles. Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Coahuila es el tercer estado con menor percepción de inseguridad. En lo que se debe trabajar más, según el IMCO, es en la protección a periodistas, pues Coahuila es una de las entidades con mayor número de agresiones a reporteros.
Una acción cada vez más rápida y frontal, mayor coordinación, inversión en videovigilancia y en sistemas de seguridad, mejor equipamiento policiaco, y un trabajo incansable de los elementos del orden público, así como de Federico Fernández Montañez, Fiscal General del Estado, de Óscar Pimentel, Secretario de Gobierno y, desde luego del Gobernador Manolo Jiménez, han traído como resultado que Coahuila sea considerado como una de las entidades más seguras de México.
Doy gracias a Dios por haber nacido en Coahuila y por tener el regalo de vivir en paz. Y doy gracias también por tener a un gobernador que se ha preocupado y ocupado por cumplir la promesa de garantizar la seguridad de los coahuilenses.
aquientrenosvanguardia@gmail.com