¡Cómo pasa el tiempo!
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El sábado 13 de agosto de 1949 los Viñedos Álamo, de don Nazario S. Ortiz Garza, hicieron publicar en El Heraldo del Norte el siguiente curioso aviso:
“Solicitamos mujeres sepan seleccionar uva y peones para trabajo en el campo”.
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Eso de seleccionar uva debe ser tarea fácil, pero a las mujeres se les pedía además −o al menos eso se entendía por la redacción de dicho anuncio− seleccionar peones para el trabajo en el campo, tarea que no ha de ser nada sencilla.
El Cinema Palacio exhibía, en función doble de permanencia voluntaria, las películas “La Hora del Olvido”, con Van Johnson, y “El Diablo Dorado”, con Wallace Beery y Gladys George. Pongo “con”, pero en aquellos años decíamos “por”: “La Hora del Olvido”, por Van Johnson. Luneta baja, 2.75; alta, 1.40. “¡Mañana, desde las 9.45, emocionante matiné! ¡Toda la serie LA INVASIÓN DEL MONGO! Baja, 0.80; alta, 0.55”.
Castillas S., de Allende 208, ofrecía un novedosísimo “sistema visible para cuentas” que tenía un extraño nombre: Kardex. La Zapatería Flores tenía “Zapatillas para damas muy finas” a 14.90 el par. Muy finas tenían que ser las damas para poder comprar esas zapatillas. La línea aérea “Aerovías Coahuila” hacía una oferta irresistible: “Hoy sábado, vuele a México. Podrá regresar el lunes”. La panadería “La Cebra”, “administrada por trabajadores”, vendía pan pulman a 50 centavos caja chica. La prestigiada y tradicional Librería Martínez, de Zaragoza 210, teléfono 14-50, tenía el mejor surtido de plumas fuentes Esterbrook. En la Plaza de Toros Armillita se presentaban Curro Ortega, Paco Ortiz y Jaime Bolaños con 6 astados de Joaquín Núñez González “que se ruega vean en los corrales de la Plaza”.
Hubo una piñata con motivo del cumpleaños del niño Javier P. Ortiz, nieto de la señora doña María Flores de Ortiz, en su domicilio de la calle de Victoria 208. Se quebró la tradicional piñata y se obsequiaron a los amiguitos del agasajado artísticas bolsitas de dulces y golosinas. Ese mismo día tuvo lugar una despedida de soltera para la señorita Evangelina Vázquez “en uno de los merenderos locales”.
Fue descubierto un robo en la Empacadora Alanís. Infieles empleados sacaban de la empresa productos terminados y los vendían a compradores que también fueron detenidos. Dijo El Heraldo: “... Se han hecho muy favorables comentarios entre los hombres de negocios, porque no obstante la cuantía de lo robado los señores Alanís pusieron de manifiesto una vez más su magnanimidad al no ejercer ninguna acción penal en contra de sus exempleados delincuentes. El Delegado del Ministerio Público del Primer Turno nos manifestó sobre el particular que aunque la actitud de los empresarios es digna de encomio, eso sólo aminora en parte la pena que se les aplicará a esos muchachos, pues la justicia tiene que castigar el delito, pero tal vez, tomando en cuenta la actitud de la referida Empacadora Alanís, hasta la fianza sea moderada...”.
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Se anunciaba la publicación en el suplemento cultural de El Heraldo del artículo “Manuel Acuña”, por Javier Guerra Escandón, y de los poemas “Préstame tu Mano Fina” y “Homenaje a Manuel Acuña”, “poesías de Fidencia Flores”. No era Fidencia, sino Fidencio, el nombre del autor, a quien seguramente puso en apuros esa errata. Fidencio Flores, hombre bueno y poeta muy apreciable, era de Ramos Arizpe. Ostentó el título de “El último romántico”.