De la pincelada gestáltica al gesto del ‘like’
Remuevo mis pensamientos alrededor de la tecnología “libro”; aunque en su origen ésta tuvo un servicio mnemotécnico, se llenó de sombras y de endemoniados comentarios en su momento. Naturalmente, esto también marcó, aún más, que el Logos defina barreras entre “los que piensan y los que hacen”. Hasta el momento, las barreras con la tecnología libro no han sido superadas, sobre todo en Ecuador, donde el libro es prácticamente un bien exclusivo. Sin embargo, algo subrayable es que el libro brinda una postura a la corporalidad de la persona que se sumerge en la lectura. El gesto de la persona lectora ha sido evocada grandemente por el arte. Incluso “los Ex Libris” encantan con la magia de las personas lectoras; y a su vez, aumentan el valor del objeto libro coleccionable para los especialistas. También, el cambio de hoja de un libro sirve de ejemplo, exacto, de la supinación y pronación del brazo. Por otro lado, el devenir del transporte ofreció a los lectores un libro de bolsillo y que ha sido reemplazado, hoy en día, por teléfonos celulares. Con esta pequeña introducción, a lo que quiero llegar es: pensar el cuerpo, la corporalidad y la corporeidad que brinda nuestra relación con el gesto de “Like” en las redes y medios sociales. Entonces, ¿qué fronteras se definen a través de los medios sociales gracias a sus arquitecturas? Una de ellas, la más utilizada, es el “like” en las llamadas “redes sociales”. Este gesto, aparentemente, sencillo define mucho en nuestra corporalidad y corporeidad. Define también nuestras relaciones con la alteridad. ¡Esta vivencia podría ser potencialmente fantástica como irreversible!
Prácticamente, el “Like” se ha vuelto un gesto oculto o desapercibido porque podría ser una llamada de teléfono o un cierre de una llamada; pero al mismo tiempo, no tan desapercibido por el algoritmo. Un gesto que fácilmente se puede confundir. Desapercibido para aquel que contempla; pues su atención no está dispuesta para el horizonte; sino, para un espacio pequeño que aparentemente abre confines. El “like” como un gesto adjunto a la excesiva imagen corporal, se ha convertido en un marcador cuantitativo. Entonces, espacialmente estamos dispuestos a resolver lateralidades y propiocepciones desde una pantalla para materializarlas con el cuerpo.
Hoy en día, se encuentran varios estudios de cómo las redes sociales transforman la imagen corporal, sobre todo en los adolescentes. Otros estudios se detienen a considerar la distancia entre los nativos y los analfabetos digitales. Lo cierto es que estamos presenciando otra dicotomía más y que se determina desde el acceso o como brecha digital. Pero, si la cultura digital establece fronteras ¿cómo es esto para el cuerpo? ¿Qué potencializa el gesto del “Like”? o ¿Qué figura prevalece en este gesto?, ¿Cuán político puede ser nuestro Like? y ¿Qué políticas construyen nuestra gestualidad en la actualidad? Me encantaría responder todas estas preguntas, pero recorreré desde mi visión dancística; primero a modo de analepsis, para después en una prolepsis, proponer las conclusiones.
Vale traer al tema la obra de Rafael de Sanzio “La escuela de Atenas” (1509-1512) ubicada en el muro este de la Estancia de la Signatura del Palacio Apostólico del Vaticano. Esta obra aborda, con una arquitectura inmensa, una escena donde se destacan las figuras de Platón y Aristóteles en un debate que se resume en el gesto de sus manos. Platón indica con su dedo índice el cielo y Aristóteles con la palma de su mano, la tierra. Grandemente se ha citado de esta obra por ser fundamental para la filosofía. Sin embargo, el gesto de las manos se vuelve resoluto para marcar la profundidad de los problemas que cada filósofo aborda. Las manos han sido un lugar de saberes, de signos. De manera que me preocupa el gesto aparentemente intrínseco de sostener el celular; y sin atención concreta, para poner un like o un autolike.
En el proceso de transculturalización y orientalización, Europa advirtió en sus colonias gestualidades distinguidas. Entonces, las Mudras otorgaron belleza al relato del explorador de otros mundos. Gracias a este proceso se fortalece, de manera tangencial, el delsaltrismo que devino en secuencias de calistenia para distinguirse del “otro salvaje” de las colonias. Paralelo a esto, se encuentra la occidentalización del yoga que trajo Mudras a los círculos artísticos y que se inmortalizaron en la fotografía. Así vemos a Oscar Wilde y la actriz Sara Bernard con sus manos siempre pensantes y conectando con el mundo de las ideas. Prácticamente, en todas sus fotos, Marcel Proust recurre al Prana Mudra que oxigena el cuerpo y brinda claridad a los pensamientos. ”Es un simple gesto para invocar esta energía vital, es un gesto de la mano que combina la energía de los dedos meñique y anular con la energía de fuego del pulgar” (Solanki, 2023, párr. 3). Entonces, ¿cuál es el valor energético y meditativo que se construye en nuestro inconsciente cuando nuestro dedo pulgar presiona un “like”? ¿Es el like una nueva forma colonial para hacer de su propio cuerpo un espectáculo y monetizarlo?
Nuestra mano, además de sostener un aparato, extiende el dedo pulgar para presionar algo que mayoritariamente hemos aprobado. Es un gesto simple, pero no sencillo. Es decir que lo simple es claro y básico; mientras, lo sencillo es profundo. Porque al alejar el extensor largo del pulgar para presionar el “like” se realiza un esfuerzo que puede provocar tenosinovitis de Quervain que es un dolor que obstruye la arteria radial. La misma que puede llegar, de manera distal, hasta el cuello; así, que su esfuerzo en exceso puede ser contraproducente en algún momento. ¿Este gesto que, mayoritariamente, se válida dentro del tránsito por el umbral de lo que pensamos a la palabra? Como lo reconoce Silvia Rivera Cusicanqui, adquiere una energía difusa para no reconocer las formas mayoritarias y traicionarlas (Rivera Cusicanqui, en Sousa, 2014, mim. 00:22:21).
Curiosamente, me lleva a pensar en la pincelada gestáltica que hizo del Impresionismo un parteaguas en la Historia del arte que independizó al artista de la figura del mecenas, dió origen a la galería y a la figura del crítico de arte. Esta pincelada gestáltica era producto de la emoción hecha cuerpo y que se materializó en lienzo. Además, se distanció de la fotografía para retratar la vida social del proletariado. Alhora, la tendencia es “leer entre Likes”; mientras, se libera dopamina y se refuerzan como hábitos nuestras vidas personales (Patiño, 2019, párr. 1). Lo cierto es que Facebook, a través de Leah Pearlman, inventó el “like” para distinguirse de la competencia, pues advirtieron que las publicaciones más populares recibían palabras cortas que dificultan su ubicación (Millán, 2022, párr. 5-7). Entonces, el “Like” como gesto ¿qué produce políticamente y qué giro provoca? ¿Puede el “like” corresponder al aplauso del público? ¿Puede ser un gesto gestáltico que se populariza y se determina por su uso cuantitativo?
Sería un buen ejercicio colocar imágenes de Facebook, Instagram y Tiktok en la continuación de la red relaciones del Atlas Mnemosyne de Aby Warburg. Hacer una sistematización ordenada para pensar las imágenes, sus correspondencias y analogías para buscar la supervivencia del “Pathosformel Ninfa” con las selfies que, hoy en día, se producen para tejer con el arquetipo original que imaginariamente prevalece. La idea sería unir con los hipervínculos y encontrar la relación hipertextual que los selfies producen. Un ejercicio bejamiano para encontrar constelaciones de cosas alejadas entre sí, sobre todo, desde la mirada de un espectador distraído.
Evidentemente, en las pinturas rupestres se plasman momentos espirituales edificados en acuerdos mayoritariamente concertados. La cueva de las manos en Argentina demuestra una disposición visual de decisiones conjuntas que, seguramente, fueron acompañadas de cantos . Una danza asimétrica que corresponde a decisiones dentro de la coreopolítica; entonces, el “like” qué danza en conjunto construye. Si este gesto corresponde a la coreopolítica o la coreopolícia sería importante conocer ¿qué tan conscientes la ejecutamos?
Así, queda todavía por diseccionar el gesto “like”, para considerar su potencia propioceptiva y política; como también, sus peligros y si estos están dispuestos dentro de una coreopolícia. ¿Qué nos anticipan las imágenes a las que damos “Like”? Seguramente sería una tarea para Agamben, quien identifica las imágenes como databases que se transforman y no dejan de crecer en nosotros; y también para quienes reconozcan nuevas tareas de resistencia con la tecnología. Entonces, es urgente una alfabetización visual o reconocer un lugar de resistencia para colocar un “like” a imágenes que evoquen una huella donde prevalezca y se construya un discurso positivo desde nuestra profundidad. Un “like” consciente y edificador de “el pueblo que falta”. Un pueblo con la capacidad de armar con algo, aparentemente insignificante, algo trascendente.
Referencias
Agamben, Giorgio. 2007. Ninfas. primera ed. N.p.: Pre-textos.
Gamboa, Jeymer. n.d. “Atlas Walter Benjamin y Constelaciones.” IDIS. Accessed September 22, 2023. https://proyectoidis.org/atlas-constelaciones-benjamin/.
Larrea, Felipe. n.d. “Deleuze. Hacia una imagen del pueblo que falta Cine y pensamiento.” Demarcaciones, no. 5, 1-18.
Millán, Víctor. 2022. “La historia tras el botón ‘me gusta’: cómo Facebook, una mujer y 26 líneas de código cambiaron internet.” Hipertextual. https://hipertextual.com/2022/12/facebook-historia-boton-me-gusta.
Patiño, Linda. 2019. “El significado de un like en las redes sociales - Novedades Tecnología - Tecnología - ELTIEMPO.COM.” El Tiempo. https://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/el-significado-de-un-like-en-las-redes-sociales-406570.
Solanki, Sandeep. 2023. “Prana Mudra: significado, beneficios y cómo hacerlo | siddhi-yoga.” Siddhi Yoga International. https://www.siddhiyoga.com/es/yoga/practice/mudra/prana-mudra#C%C3%B3mo%20hacer%20Prana%20Mudra?