¿Deben elegirse los regidores?
Esta semana, las organizaciones que conforman Regidor MX Laguna presentaron el reporte semestral de evaluación del Cabildo de Torreón y Matamoros, un ejercicio donde básicamente pasaron un escáner al actuar de los regidores, su costo al erario y los temas de los que discuten y no discuten en sesiones.
Este ejercicio ciudadano que se realiza desde hace tiempo ayuda a acercar las funciones y resultados de la máxima autoridad del Ayuntamiento.
El informe se puede consultar en la página del Consejo Cívico de las Instituciones (CCI) Laguna y tiene datos interesantes que bien servirían para cuestionar si no es necesario que los regidores sean ya elegidos por el voto popular.
Hay que recordar que los regidores forman parte de las planillas de los candidatos a presidente o presidenta municipal, por lo que se eligen en automático, sin que hagan campaña o la gente los conozca.
El cabildo de Torreón, por ejemplo, cuesta mensualmente (sueldo) más de un millón de pesos y el de Matamoros 710 mil pesos. Además, hay que sumarle lo que se le paga a las o los asistentes de los regidores: en Torreón estos servidores públicos tienen sueldos que rozan los 30 mil pesos y le cuestan al municipio más de 600 mil pesos. En el caso de Matamoros, la nómina de asistentes de regidores asciende a más de 200 mil 900 pesos mensuales.
Sin embargo, más allá del sueldo que reciben, se trata de ver si desquitan ese dinero. La respuesta es evidente: 12 integrantes del Cabildo de Torreón no tuvieron participaciones efectivas en las sesiones. Es decir, su voz no se escuchó cuando se discutió sobre un tema.
La participación, bien lo dice el informe de Regidor Mx Laguna, constituye “un indicador de su desempeño en particular, porque su voz debe representar la voz de los electores, de la población del Municipio, más allá de sus partidos u otros intereses personales o particulares”.
Quizá el problema esté allí, que no participan, no hablan y no dicen ni pío porque precisamente no representan la voz de electores, sino la de sus partidos que los llevaron a estar sentados en esas sillas. Porque los regidores que integran las planillas de candidatos, se sabe, se eligen con base a las cuotas partidistas, cuotas con sindicatos u organizaciones afines a los partidos políticos. No existe representación popular, sino representación de intereses.
El sistema actual fomenta -ya de por sí- que el regidor no le importe el pueblo porque el pueblo no lo puso ahí. Le “deben” el sueldo al presidente municipal que los incluyó en la planilla.
Por consecuencia, la gente no sabe los nombres de los regidores o regidoras, estos no están cercanos a la ciudadanía y representan únicamente los intereses de las cúpulas que los pusieron donde están.
AL TIRO
¿Por qué pagarle a servidor público que no representa los intereses del municipio? ¿Por qué pagarle a alguien que solo va a alzar la mano?
Cuando uno ve los resultados y productividad de los regidores, automáticamente uno se preguntaría si no sería mejor que también se eligieran por el voto popular.
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Hay casos como Nayarit donde se eligen por voto directo y demarcación territorial. Y hay además iniciativas en Chihuahua que tienen el objetivo de modificar la forma como es elegido un regidor.
El municipio es de por sí el nivel de gobierno más cercano a la gente. Sus acciones impactan en el día a día. Y cuando vemos esos impactos, los sueldos y las participaciones efectivas, uno forzosamente se pregunta si deberían elegirse también los regidores.
