El crimen organizado puede definir elecciones locales

Las organizaciones criminales serán actoras participantes en los procesos electorales que tendremos el 2 de junio, lo harán desde lo local, es decir, no definirán los resultados de la elección presidencial, de las gubernaturas o senadurías (aun cuando puedan movilizar algunos recursos), pero sí pueden definir las alcaldías o diputaciones, por eso la violencia política se concentra no en las candidaturas mayores, sino en las de corte local.

También es importante entender que no en todos los lugares pesará igual el crimen organizado, por ejemplo, en Coahuila o en Yucatán su participación será nula, pero en entidades como Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Sinaloa, Tamaulipas o Chihuahua será importante y puede en algunos casos inclinar la balanza a determinadas candidaturas.

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Un tercer aspecto de relevancia es que en los municipios donde habrá más violencia política suele haber más de una organización criminal involucrada, es decir, partidos o candidaturas que están ligadas con un cartel o banda, frente a otro partido o candidato que ya se comprometió con el cártel o banda rival, y precisamente porque hay intereses cruzados, es que la violencia se aviva.

Un cuarto punto para tomar en cuenta es que gran parte de la violencia no es observable, es decir, nos damos cuenta cuando atentan contra la vida de un candidato o se desata un ataque armado, pero suelen pasar desapercibidas las amenazas contra la población, el secuestro por un par de días de operadores electorales, la compra de votos y el reparto de beneficios, entre otras manifestaciones nocivas.

Por tal motivo, es muy complejo atacar la acción del crimen organizado en las elecciones, porque se carece de pruebas para dejar en claro la responsabilidad de los cómplices de los narcos en los procesos. Por ejemplo, puede quedar en claro que un candidato fue asesinado por una organización criminal, pero no necesariamente será evidente con qué candidato o candidata trabaja dicha organización, incluso aunque se tengan sospechas, casi nunca se logra tener certeza y cuando se tienen, pasan varios meses o años y ya concluyó el proceso electoral.

La contención del crimen organizado no puede dejarse a las autoridades electorales, ya que las mismas carecen de entrenamiento, equipos y fuerza coercitiva, en dado caso podrán evaluar el impacto de la participación del crimen y valorar si la misma fue determinante para el resultado de la elección, pero hasta ahí puede llegar su papel: investigación, integración y valoración.

La otra parte, que es garantizar seguridad de las personas y evitar la participación material del crimen organizado en los procesos electorales, le corresponde por entero al poder Ejecutivo nacional, al de los estados y municipios, que, a través de la Guardia Nacional, las fuerzas armadas, las policías y otros cuerpos de seguridad del Estado, son quienes tienen dicha tarea.

Ya que mientras el crimen organizado siga participando en los procesos, no tendremos garantía de que se respete la voluntad popular.

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@victorsanval