El derecho a saber
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El retroceso democrático del país se acompaña de la afectación del derecho a la información, a conocer lo que hace el gobierno. Es una de las fórmulas más eficaces de escrutinio al poder y, por lo mismo, contención al abuso. Uno de los ataques del régimen fue al INAI, la institución responsable de obligar a las autoridades a informar y transparentar su actuación.
La declaratoria de interés nacional de las obras públicas es un mecanismo para evitar informar y rendir cuentas. La asignación directa o discrecional de obra pública ha sido la norma de este régimen, lo que propicia la corrupción.
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El derecho a saber no es un tema de interés colectivo, aunque a todos beneficia que las autoridades estén sujetas a controles institucionales y sociales. La lucha contra la corrupción y el abuso del poder requiere necesariamente de denuncia social, la que parte justamente de la información objetiva y precisa del quehacer gubernamental.
La competencia por el poder se asocia a la lucha por la información. Es natural, todo régimen pretende legitimarse y socializar su visión del mundo y sus resultados. En un régimen democrático esto ocurre en el marco del debate; de autoridades que informan de manera objetiva, respetuosa del particular e imparcial; del respeto riguroso al ejercicio irrestricto de la libertad de expresión y de un comedido ejercicio de aclaración, más que de réplica. La autocracia ve en la prensa un objetivo y sólo será aceptable la que le es afín o funcional; la prensa libre es un enemigo que hay que combatir y esto se hace principalmente a través del dinero o desacreditando a líderes de opinión y a los medios. En democracia los medios no son enemigos, ni siquiera adversarios.
El gobierno se empecina más allá de lo razonable por hacer creer que se ha alcanzado una mejoría sustantiva en todos los planos. Sí ha habido cambios asociados a las transferencias monetarias directas y a la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo, lo que ha implicado una reducción importante de la pobreza, sin que esto alcance a la extrema. Pero no se pueden soslayar las graves insuficiencias y el fracaso en materia de salud, educación, corrupción, seguridad y crecimiento económico.
El recurso de la mañanera ha sido eficaz para modelar la aceptación social al régimen. Es un grosero acto de propaganda que simula un ejercicio de información. No sólo es lo que allí se dice, pregunta o responde, sino la manera como los medios, la mayoría privados, reproducen acríticamente las mentiras oficiales. No hay escrutinio, hay imposición de una visión, de una interpretación de la realidad y de una parcial editorialización de los hechos, eventos y acontecimientos.
Para la presidenta Sheinbaum la elección por voto popular de los juzgadores hace de México el país más democrático del mundo. Este autoelogio no se corresponde a los estándares en la materia, como lo presentara con claridad Sergio Sarmiento en su colaboración de días pasados. México ni siquiera califica como una democracia plena, ahora, con los cambios constitucionales el país ve degradado su régimen político y estará a la par de los países con régimen autocrático. La soberbia y el autoelogio son propios de los regímenes no democráticos. Es una pena que en los estudios comparativos el país sea calificado en los últimos lugares en muchos de los temas fundamentales. Trágica la gestión de la pandemia, las autoridades tuvieron un desempeño criminal que costó la vida de cientos de miles de personas, entre ellas, personal médico. Para el presidente López Obrador el sistema de salud mexicano está en vías de superar al de Dinamarca.
El País en estos días refiere al reporte 2024 de la ACLED (Armed Conflict Location & Event Data), una acreditada institución global de seguimiento de los conflictos armados y eventos violentos asociados en el mundo, que ubica a México como el cuarto país con el nivel de conflicto más extremo del mundo, solo detrás de Palestina, Birmania y Siria.
Otro de los eventos a considerar es la respuesta de la presidenta Sheinbaum al reportaje del NYT -para López Obrador pasquín inmundo- sobre la fabricación de fentanilo en Culiacán, al señalar que la información como se presenta no se corresponde a la realidad, señalando con ello la falsedad o falta de rigor del trabajo periodístico. El diario ratifica la veracidad y autenticidad de la información a contrapelo de los otros datos de la presidenta.