El mes patrio. ¡Viva México, cabrones!

Opinión
/ 29 septiembre 2025

Si pienso en México no viene a mi mente el silencio... El país en el que nací tiene el bullicio de palabras desplegadas en coloridas explosiones que desatan bullas, reyertas o carcajadas sonoras

A los mexicanos nos da miedo el vacío; sí, el vacío de color y de formas. Acumulamos objetos, unimos una textura y un color a otros. Tonalidades contrastantes van de la mano con la música o con el ruido. Hay frases con un tono de voz que va, en su alcance, de una cuadra a otra cuadra. Chanclas voladoras. El pitido del camote cuando pasa el vendedor. La música y los olores de frituras en contenedores neón en las zonas céntricas se entrelazan con ritmos de cumbia y reguetón.

Entonces, si pienso en México no viene a mi mente el silencio, cosa que ocurriría si pensara en Japón, por ejemplo. El país en el que nací tiene el bullicio de palabras desplegadas en coloridas explosiones que desatan bullas, reyertas o carcajadas sonoras. Somos muy “mal” hablados: usamos sin problema la jerga acompañada de estados de ánimo altamente variados y precisos: “no hagas pedo” tiene distintas interpretaciones, todas exactas para el momento en cuestión. “Wey, sácate”, igual. Si a eso agregamos el inglés que se atraviesa con su “troca” y su “lonche” en el norte, o sumamos el poder de la concreción con las palabras “morra” o “vato”, el día es de sonoro colorido.

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Cuando se dice “chingas a tu madre” o “chingas quedito”, para bajar un poco la intensidad, cualquier mexicano entiende perfectamente. Y todo esto es atravesado por la “madrecita santa” o el “Dios te bendiga”, seguido de florituras integradas al habla diaria, casi siempre relacionadas con la cópula.

Pero, sin duda, la frase del mes es: “¡Viva México, cabrones!”, la cual se atribuye a Francisco Villa durante la Revolución Mexicana (cien años después de la Independencia de México), quien la gritaba antes de iniciar cada combate con sus Centauros del Norte.

“Cabrón” es un vocablo que proviene del latín cabro, y en el lenguaje coloquial se usa para designar a un hombre o una mujer, ya sea por su inteligencia, poder o fuerza. O bien, por ser truhanes, malvados, pícaros o canallas.

Y por las calles, en este mes patrio, seguiremos viendo banderas diminutas o gigantes ondeando en las calles, escuelas, casas y negocios. Y sigue noviembre, el mes revolucionario.

México está hecho además de abigarradas formas arquitectónicas, como el churrigueresco mexicano, que se rastrea en el siglo 18 con sus estípites aderezados de perfiles geométricos o humanos a través de cuerpos que inician en la cima con rostros de querubines y se extienden en un entramado de plantas y de follaje. Siempre cerca de estas edificaciones se encuentra el contorno de frutas picadas o mangos que se venden con chile dentro de vidrieras.

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A México el color de la bandera se lo dan los campos con sus frutos, con las cosechas y con la forma en las que preparamos lo que ofrece la tierra. Y las tonalidades vienen, además, de las tinturas obtenidas de la grana cochinilla o de la explosión visual de la sandía y los distintos tipos de chile.

Nuestra nación suma los sonidos de 68 pueblos indígenas, cada uno con una lengua originaria, de las que se desprenden 364 variantes. Además, hay sangre afrodescendiente que es llamada la tercera raíz negada de México, porque sí, porque en México seguimos siendo muy racistas. Pero ese es otro tema.

Volvamos a nuestra patria que es la tierra y cerremos con este vocablo. “Patria” proviene del latín patrĭa que está ligado a la raíz latina pater, que refiere al padre, y de la que se deriva la expresión en latín terra patrĭa, o tierra de los padres. Esto hace referencia al lugar de nacimiento y origen de los antepasados.

Nacida en Monclova, Coahuila. México, en Junio 3 de 1969. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Maestra en Historia de la Sociedad Contemporánea. Doctora en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo Interdisciplinario. Ha publicado entre otros, “Los frutos del sol“ (Castillo MacMillan 2005) libro infantil y poemarios entre los que figuran Casa de sol (FECA-CONACULTA 1995), “Ruido de hormigas“ (Gatsby Ediciones, 2005), Carne para las flores, antología personal (Aullido libros, España 2011), Las flores desenfundan sus espinas, antología personal (Secretaría de Cultura de Coahuila, 2013) y “Donde la piel“ (Mantis Editores/CONARTE, 2019). Aparece en “Anuario de poesía mexicana“ (Fondo de Cultura Económica, 2006).

Obtuvo el primer lugar en fotografía Coahuila luz y forma 2003. En poesía, recibió beca del FONCA, estímulos como joven creadora y como creadora con trayectoria del FECA y del PECDA en varias ocasiones. Fue becaria FORCA-Noreste 2011-2012, en Lima, Perú donde impartió talleres sobre poesía objetual. Como invitada de honor del Festival Internacional de Teatro Tánger 2013 en Marruecos, se leyó su poesía traducida al árabe. Parte de su trabajo también tiene versiones en inglés, alemán, portugués y francés. Entre las revistas en las que ha publicado, destacan el número inaugural de la revista de poesía contemporánea de Valencia “21veintiúnversos“, ( octubre de (2015), y “Lichtungen“ (noviembre de 2016) en el apartado “Literatura del norte de México“, en el que sus poemas fueron traducidos por Christoph Janacs.

Fotografías medio ambientales, video poemas y atmósferas sonoras fueron exhibidos en la Galería Mohammed Drissi de Tánger (Julio-agosto 2021). Participó en la muestra de arte coahuilense titulada Segar el mar, dentro del 49 Festival Cervantino. Parte de su trabajo se encuentra en el portal virtual www.thenatureofcities.com, al lado de artistas medio ambientales del mundo. Actualmente es Directora de Divulgación Científica en el Museo del Desierto.

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