El Principio de Peter en la política del alcalde de Torreón no lo deja actuar con pulcritud
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Las actitudes que en materia política el alcalde de Torreón demuestra, dan pie a una rebeldía contra el poder estatal gastando un tiempo valioso, en lugar de priorizar la solución de asuntos municipales que los va dejando. Basta observar, entre otros, servicios que le corresponde prestar que no cumplen su cometido en porcentajes aceptables. Como ejemplo está el estado físico de algunas calles cuya limpieza está ausente de su cumplimiento a pesar de la insistencia ciudadana que requiere muestras de desempeño con el fin de dar buena cara a residentes y turistas.
Algunos medios han publicado declaraciones oficiales sobre la posibilidad de hacer cambios en la primera línea de funcionarios del municipio en virtud, se supone, de que no han respondido satisfactoriamente con la carga de trabajo requerida con la velocidad y calidad que lo amerite, pues ésta ha sido rebasada con riesgo de que su acumulación se convierta en una bola de nieve.
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¿Cuál es la razón por la que el alcalde quiera hacer cambios de algunos funcionarios? Queremos suponer porque se necesitan respuestas más rápidas a la problemática que hay que atender, expresión cuya traducción se refiere a que, con el paso del tiempo, ha sido más lenta la respuesta a las necesidades ciudadanas que han dado origen a consecuencias negativas. De ser así esas decisiones relativas a los cambios, se espera que sean efectivas, de lo contrario si los nuevos burócratas no funcionan en la medida que se requiere para abatir las dificultades de la ciudad, entonces es fácil concluir que el cambio debe ser del alcalde y no de sus subalternos.
Señor presidente municipal: en materia política usted tiene a la ciudad como si fuera una isla, ya que persiste con cierta resistencia en tomar la mano que le tiende el Gobernador, pues se observa claramente que su trabajo quiere realizarlo prescindiendo de ese apoyo sin considerar que el dinero municipal es escaso.
Asimismo, ¿no cree usted que es de importancia establecer, si es que no existe, una alianza fuerte con el potencial de los poderes fácticos, entre ellos la iniciativa privada que evidencie su fuerza sin que se llegue a discrepancias, de manera que en mancomunidad coadyuven con el progreso de la ciudad dispersando beneficios para sus habitantes en lugar de gastar el tiempo en hacer rabietas?, ¿no cree que sería de mucha utilidad congeniar con los factores reales de poder de su ciudad que trajinan cotidianamente?, aquellos que aportan la fuerza laboral, la económica, la académica, con los líderes de los sindicatos poderosos, con los dueños del dinero, en fin, personajes que les gustaría ver que su ciudad se encamine por senderos de prosperidad.
Con su actuar, señor Cepeda, sigue alimentando y dejando en la memoria ciudadana una rivalidad inexistente con Saltillo, no le reste valor a su ciudad y por extensión a los ciudadanos, ni a los empresarios que han dado muestra de ser entes meritorios, pues todos ellos son los que empujan la ciudad y le proporcionan su propia identidad.
La vocación de la tierra en la comarca se ha inclinado en mayor porcentaje en tareas agrícolas, sin embargo actualmente se trabaja en una transición a áreas industriales que seguramente detonarán en un crecimiento importante, dando un giro sustancial.
Saltillo posee desde hace muchos años una vocación de servicios y un clúster industrial de gran magnitud a nivel internacional, además ostenta un inmenso prestigio cultural derivando su referencia como Atenas de México.
Es saludable dejar de lado ese rencor que se ha vuelto crónico por la capital del estado, expúlsese, hace más daño adentro, pues en esta ciudad no existe interés por ese tipo de actitudes, y si es su deseo insistir en la erección del Estado de La Laguna, conformado por municipios de Durango y Coahuila, a la Región Sureste no le afecta para nada en el ánimo de su desarrollo.
Vivir durante años con esa condición es seguir avivando una hostilidad que cae en lo vano sobre algo que no tiene importancia.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com
@aguirreperalesf