El programa de concierto, el otro género musical (II)

Opinión
/ 11 abril 2025

En días pasados, el Dr. Alejandro Barrañón, pianista mexicano, presentó un recital de piano en el auditorio de la Escuela Superior de Música de la UAdeC, en el marco de la Semana Académica y Deportiva 2025. El programa de su recital fue un espléndido ejemplo de fina “curaduría”, en el que el pianista zacatecano no solo demostró su refinado y sapiente gusto musical, sino que también asombró al público con una brillante interpretación de las piezas elegidas.

Transcribo el programa para que pueda apreciar usted, amable lector, el equilibrio, buen gusto y vasta imaginación para diseñar un programa con obras originales para el piano, combinadas con piezas transcritas para el teclado cuyo origen pertenece a otra textura instrumental. Antes de compartir el programa del recital del Maestro Barrañón, diré que la elaboración y andamiaje de un programa de concierto es semejante a la construcción de un edificio- guardadas las debidas proporciones-, dado que no solamente se interpretan obras de diferente estilo, calado, dificultad y época, sino que también se muestran las estructuras que apuntalan las piezas.

Pergeñar y construir un programa de recital conlleva el trabajo de estimular la imaginación, así como la inmersión en el escrutinio y conocimiento de los estilos, estructuras, entramados técnicos, texturas tímbricas y temáticas de las obras. He aquí el programa del Maestro Barrañón:

-El alma descansa en las manos de Jesús, de Johann Sebastian Bach (1685-1750), BWV 127 (transcripción para piano de Harold Bauer)

-San Francisco de Asís predicando a las aves, de Franz Liszt (1811-1886)

-San Francisco de Paula caminando sobre las olas, de Franz Liszt

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-Cavatina del Cuarteto para cuerdas Op. 130, de Ludwig van Beethoven (1770-1827) (transcripción para piano de Charles-Valentin Alkan)

-De Miroirs (1905):

Une barque sur l’ocean, de Maurice Ravel (1875-1937)

-La alborada del gracioso, de Maurice Ravel

-Estudio Bop No. 2 “Knomonk”, de Eugenio Toussaint (1954-2011)

En la primera parte del programa se evidencia el tema religioso, el maremágnum teológico (tanto Bach como Liszt fueron músicos imbuidos por una honda espiritualidad sustentada por el estudio sistemático de las Sagradas Escrituras; aquel, maestro de capilla, éste, un abate que hizo votos religiosos en el ocaso de su vida).

La pieza de Bach que abre el programa es una transcripción del pianista, violinista y editor británico Harold Bauer (1873-1951) y en la que éste capta la férrea fe del cantor de Leipzig que lo caracterizó durante su breve vida. La transcripción del Aria de Bach denota el estilo romántico musical al que perteneció Harold Bauer, alejándola un tanto de la textura del ensamble que acompaña a la soprano en la obra original: oboe d’amore, dos flautas alto de pico y el bajo continuo.

Esta atmósfera se hilvana con las Dos leyendas de Franz Liszt, San Francisco de Asís predicando a los pájaros y San Francisco de Paula caminando sobre las olas (1863). Dos piezas creadas en el molde de la música programática, basadas en la lectura de dos textos religiosos que inspiraron a Liszt. Las dos Leyendas anuncian al Impresionismo musical que todavía estaba lejano para la época del abate Liszt.

Y he aquí la manufactura espléndida que teje el Maestro Barrañón al conectar las dos piezas del romanticismo con la segunda parte del recital: una transcripción para piano del pianista y compositor francés (también lingüista y traductor de la Biblia), Ch. V. Alkan (1813-1888), de la Cavatina del Cuarteto para Cuerdas Op. 130 de Beethoven (en esta transcripción se refleja la influencia de Chopin y del virtuosismo imperante en la segunda mitad del siglo 19); el clímax del recital llega con dos obras maravillosas de Ravel: Una barca sobre el océano y Alborada del gracioso, piezas enclavadas en el periodo del impresionismo musical, de tintes impresionistas y programáticas.

La última pieza es un aldabonazo al brillante programa del Dr. Barrañón: el Estudio Bop no. 2 Knomonk, del pianista y compositor mexicano Eugenio Toussiant (1954-2011). El cierre del programa es un intento bien logrado que hace Barrañón al enlazar las piezas de Ravel con el lenguaje del Estudio de Toussiant, rindiendo un homenaje a Thelonious Monk (1917-1982). La cátedra de Barrañón se anticipa con creces en la curaduría de un programa ecléctico y de enmarañado virtuosismo, desembocando en una impoluta interpretación del recital pianístico.

CODA

“No compongo música: la descubro dentro de mí”. Maurice Ravel.

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