El regreso de La Guayaba y La Tostada

Les platico:

Sucedió el pasado sábado 3 en el Estadio Universitario.

No me pregunten por el resultado, eso valió naranjas podridas.

Álvarez Máynez y Samuel se defienden diciendo que todo fue en una “peda” -así dicen los borrachos de cantina y de parrilla- entre puros amigos adultos, pero ahí había niños.

Al calor de las copas, se envalentonaron e insultaron al INE y a Beltrones.

Pero fuera del video subido a sus redes por Álvarez Máynez, algunos aficionados que estaban en el juego abajito de ellos, me pasaron santo y seña de las leperadas, vulgaridades, bajezas y actos de exhibicionismo que campearon en uno de los más privilegiados palcos del estadio, para desgracia y vergüenza de la UANL. ¿Arre? ¡Arre!

¡Ahí va el agua!

Sentados en las primeras filas estaban Álvarez Maynez, Samuel García, Ernesto “Pato” de Lucas -candidato a senador del MC por Sonora- y Mike Flores, jefe de la oficina ejecutiva del gobierno de Nuevo León.

Por cierto, me dicen que el tal Mike fue el más calladito, a lo mejor porque le faltó “nivel” ante los “figurones” emecistas que lo invitaron al aquelarre etílico; pero ya es candidato plurinominal a una diputación federal, o sea, por eso merecía estar ahí.

Por cierto, Samuel alabó la intención de AMLO de acabar con los pluris, pero se mordió la lengua, porque ahí tienen a su cuñado, concuño “u” lo que sea, arrastrándose por una de esas diputaciones, como lo hacen otr@s secretari@s, sub secretari@s, emplead@s y animador@s del gobierno fosfo fosfo de NL.

Prosigo:

Atrás de ellos, al menos un niño se entretenía grabando con su celular, escenas del partido y también de lo que ocurría entre sus compañeros de palco.

“Nomás faltó que uno de ellos se bajara los pantalones -como hacen algunos fanáticos- pero poquito les faltó”, me dijo una dama que acompañó a su marido y que estaba justo abajo del mentado palco.

“Se golpeaban el pecho como hacen los gorilas, entusiasmados por las incidencias del juego”, me confió su marido.

“Se tocaban las partes nobles y proferían las más bajas maldiciones para celebrar un gol o una atajada”, dijo otro aficionado, compañero del matrimonio citado.

Un testimonio más: “Gritaban por todo y por nada. Se palmeaban unos a los otros como hacen los borrachos de cantina o de parrilla”.

“Pedían con palabrotas a los meseros asignados para atenderles, que les sirvieran más trago”, me dijo otro.

“Eh, tú, NO veniste a ver el partido, veniste a jajar, no te hagas güey ¡refiléame la chela!”, les gritaban a los meseros.

“No es cierto que solo se tomaron una que otra cerveza, se la pasaban más en el baño que en el palco, de tanto que tomaban y tenían que ´desaguar”, comentario de uno más de los aficionados vecinos al palco gubernamental.

“Incluso uno que estaba sentado en la 2a fila al que le decían ´pato´, se asomó por el balcón del palco y después del gol de los locales gritó ‘¡ahí va el agua´!, cuando los aficionados que estaban frente a ellos se pusieron de pie para corear uno de los dos tantos anotados por los Tigres”, me dijo otro.

“Son unos autónomos pendejos”, se lamentó al ir saliendo uno más de los bebensales emecistas, después de que el árbitro pitó el final del partido, porque el equipo de casa iba ganando 2-0 y los Pumas terminaron empatándoles.

Esto no es Disney Channel

Cuando alguien de mi equipo arquea las cejas ante algo que publicamos, suelo decirles: “Esto no es Disney Channel”.

Confieso que después de escuchar los testimonios de aficionados que tuvieron la desgracia de estar cerca de estos barbajanes, borré algunos de sus comentarios.

Cajón de sastre:

- Dante Delgado, Álvarez Máynez, Samuel García y naranjas podridas que les hacen coro: disfruten su campaña, porque al paso que van, será la última del MC como partido.

- Y sí, La Guayaba y La Tostada “revivieron” el pasado sábado en el Estadio Universitario. Tomaron de todo... menos jugo de naranja.

- ¡Salud! Hic, hic ¡Salud!

- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván.