Elecciones Poder Judicial: ¿votar o no?

Opinión
/ 2 abril 2025

Si decide votar en esa fecha, por los 108 puestos del Poder Judicial local y los 50 cargos del Poder Judicial federal, infórmese bien: trate de ver más allá de candidatos que se anuncian como “un chicharrón bien preparado para impartir justicia” o “Dora, la transformadora de la justicia”. Y de aquellos que utilizan el reguetón para confirmarle a ritmo de perreo prohibido que la transparencia y la verdad es su legado o de aquella que declara su amor por un edificio (del Tribunal) porque “le pidió creyera en un libro (la Constitución), que nos protegería a todos, (porque) a ese libro le debemos todos nuestros derechos y sus páginas nos protegen de la autoridad”. Ya entrado en gastos, seguro aparecerá algún candidato disfrazado de vaquero o “cowboy-rodeo”, montado sobre un toro mecánico y recitando -en difícil equilibrio- el decálogo del buen abogado, mientras suena la canción “No Rompas Más” del grupo Caballo Dorado.

Por favor, el día de su voto, también intente ir más allá de los riesgos que implica para nuestro país: porque su voto contribuiría al “debilitamiento de la independencia judicial y la división de poderes; a la incertidumbre jurídica y operativa; al impacto en tribunales especializados y su capacidad técnica; a (la colisión) contra el T-MEC y nearshoring y a la concentración del poder (en el Ejecutivo)”. (Integralia: marzo 2025).

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En el momento de su voto, cierre los ojos, tápese la nariz y olvídese que “seis de cada 10 coahuilenses consideran tener una mala percepción de autoridades de justicia en Coahuila; 54 por ciento afirma que su labor es peor que hace 10 años (porque entre otras razones) el 71 por ciento asegura que no se respetan los derechos de la víctima” (Reporte Hallazgos. México Evalúa: 2023).

Sí está parado frente a la urna y superó los retos anteriores, recuerde que su voto tendrá cuatro implicaciones: 1) “Habrá incertidumbre institucional. La transición será larga e incierta. Su puesta en marcha consumirá recursos del gobierno”. 2) “Finalizará el sistema de contrapesos. Junto con la desaparición de los órganos públicos autónomos se consolidará un nuevo régimen. La próxima presidencia heredará más poder con menos contrapesos formales, permitiendo la aprobación de reformas previamente rechazadas por la Corte”.

3) “La justicia se politizará porque abrirá la puerta a que perfiles inexpertos y politizados ocupen cargos judiciales. La coalición gobernante y agentes económicos poderosos podrán influir en la selección de juzgadores. Los criterios de selección priorizarán aspectos subjetivos sobre la experiencia”.

4) “El clima de negocios se deteriorará porque la incertidumbre jurídica podría reducir el atractivo de México, afectando el nearshoring y complicando la revisión del T-MEC. Más concentración de poder en el Estado no significa una mayor eficiencia” (Integralia: marzo 2025).

Si ya decidió estar más allá del bien o del mal y está a punto de introducir su voto a la urna, recuerde que esta reforma abrazada por una visión populista judicial no mejorará la impartición de justicia, no ayudará a disminuir la corrupción, debilitará la autonomía de los juzgadores porque el Ejecutivo tendrá el control de ellos y la impunidad no disminuirá, en un país en el cual de cada 100 delitos denunciados, sólo 14 se resuelven y el 99 por ciento de los delitos de desaparición de personas permanece impune.

La razón es sencilla: “La Reforma Judicial no toca a los Ministerios Públicos. No atiende el problema de la puerta giratoria (entrada y salida de personas del sistema de justicia) y la impunidad en materia penal”.

Votar o no este próximo 1 de junio es su elección, apreciado lector, pero es importante que usted entienda el contexto y las repercusiones de su voto que contribuirán a forjar otro país.

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