¿En qué postura me pongo en cuanto a la participación social y las responsabilidades que tengo de estudiar y formarme como parte de mi comunidad?
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“Esos yupis que quieren tomar vino tinto en la Alameda hablan desde su privilegio. Lo pueblerino es del pueblo. ¡Chingada madre!”
Eso dijo un maestro y amigo muy querido para mí. Creo que soy muy inocente o muy ignorante, porque no encuentro el problema. Lamenté muchísimo cuando quitaron La Terraza Romana del costado de la misma Alameda, y me parece un lugar excelente para restaurantes buenos, pero si “la usurpación capitalista de espacios públicos” significa que debe haber solo ciertos negocios...ah, no, no es eso. Por supuesto que dentro de la Alameda no tendría porque haber negocios privados. Sé que hubo en algún tiempo, tal vez aún, un tipo de restaurante dentro de los confines del área. Pero no, nuestra Alameda no necesita instalaciones más allá de lo propio de un parque de ese tamaño, calibre e importancia.
Lo que realmente me picó la cresta de la frase del maestro es la idea de separar cada vez más las “clases sociales”. Y sé que puedo ir a la Alameda cuando lo desee, y sé que a eso no quería referirse el maestro, y sé que un espacio (cualquiera que sea) tiene su ambiente y propósito. También entiendo la molestia ante cambiar el nombre de Centro Histórico a Distrito Centro. Entiendo que nos colocamos de manera distinta ante los sectores de una ciudad y las ofertas que cada sector ofrece. Así hemos crecido todos en nuestros lugares de origen.
¿Cómo te colocas ante las divisiones sociales? Me quedé cuestionando esto mismo. ¿Cómo te colocas ante los sistemas como el capitalismo? Parte de nuestro quehacer en la vida es tener una postura. Eso significa informarnos, ser conscientes y formular un parecer que va de acuerdo con nuestras convicciones. No puedo decir si algo es correcto o incorrecto, pero sí puedo decir que soy parte de una sociedad y mi participación es necesaria. Me daré a la tarea de informarme más y de opinar de manera inteligente. No para pelearme con quienes tienen la postura contraria, sino para poder asegurar que mi voz, decidida pero flexible, tenga sentido.