Entre ‘Santo’ y los Goya 2024

El pasado lunes 5 se cumplieron con exactitud 40 años de la muerte de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como “Santo, el Enmascarado de Plata” víctima de un infarto a los 66 años de edad.

Aunque no fue quien inició de manera oficial el llamado “género de luchadores” (ese le corresponde más bien al maestro Chano Urueta con su clásico “La Bestia Magnífica”, de 1952), a partir de su debut en el cine en el año de 1961 en “Santo contra el cerebro del mal” dirigida por Joselito Rodríguez (quien para entonces ya estaba asentado en el género a raíz de la popularidad de las películas de “Huracán Ramírez”, desde la primera de 1953) “El Santo” fue, sin lugar a dudas, el luchador más reconocido del género incluso a nivel internacional desde la cinta “Santo contra los zombies” (Benito Alazraki, 1962) que me consta de primera mano al verla en una función en Los Ángeles incluso doblada al idioma inglés, se hizo de culto pues sus espectadores, sin importar nacionalidad, lo vitoreaban desde su butaca al luchar.

Hablando de mexicanos que cruzan fronteras, el martes pasado quien hubiera celebrando su cumpleaños número 125 fue el primer actor mexicano que fue pionero en el estrellato hollywoodense, Ramón Novarro, quien nacio el 6 de febrero de 1899 en la ciudad de Durango, y al protagonizar la primera superproducción silente de los estudios Metro Goldwyn Mayer que fue la versión original de “Ben-Hur” (Fred Niblo, 1925), llegó a protagonizar otros clásicos como galán de algunas de las grandes divas de la época desde Joan Crawford hasta Greta Garbo, ganándose a pulso en ese sentido el mote de “Latin Lover” y heredero directo del malogrado Rudolph Valentino a raíz de su muerte en 1926.

Cerrando la semana en materia cinematográfica el sábado 10 fue Valladolid, España, donde el Séptimo Arte estuvo de fiesta para premiar a lo mejor del año 2023 de la cinematografía española en la entrega número 38 de los premios Goya en la que la gran ganadora fue la superproducción de Netflix “La sociedad de la nieve”, de J. Bayona, al ganar 12 galardones de los 13 a los que estaba nominada entre ellos los de Mejor Película.

Con este triunfo, y sobre todo apadrinado por Netflix, Bayona se consolida como un muy fuerte rival en ganar ahora el Oscar a la Mejor Película Internacional para la que está nominado, y en una entrega que rompió récords de audiencias (algo que los Arieles nacionales distan mucho que consigan) lo que brilló por su ausencia en esta ocasión, cuando menos en ternas competitivas, fue el talento mexicano que solo se hizo presente en la persona de nuestro compatriota Gael García Bernal para entregar el Goya a la Mejor Película Iberoamericana (que ganó el documental de la chilena Maite Alberdi “La Memoria Infinita”); en el segmento “In memoriam” (Andrés García; Ignacio Lopez Tarso y Ana Ofelia Murguía); en el de mujeres “empoderadas” (María Félix) u recordando a Buñuel (con imágenes de “Viridiana”).

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