Ernesto Zedillo, la voz autorizada que incomoda a Claudia Sheinbaum
COMPARTIR
Ernesto Zedillo pasó de ser un economista competente y ajeno a los reflectores, a un líder respaldado por una sólida trayectoria. De familia modesta, durante su niñez en Baja California debió lustrar zapatos. Al regresar a la Ciudad de México, se graduó como economista en el Politécnico Nacional, habiendo participado en el movimiento estudiantil del 68.
Ingresó a trabajar al gobierno bajo la dirección del renombrado economista Leopoldo Solís, quien -como hizo con otros colegas- le consiguió una beca para que obtuviera un doctorado en la Universidad de Yale. Según AMLO, quienes estudiaron en el extranjero lo único que hicieron fue aprender a robar, temeraria acusación que también salpica a la señora Sheinbaum, pues ella fue becaria en Berkeley.
TE PUEDE INTERESAR: La historia se repite
Durante la crisis devaluatoria de 1982, ya en el Banco de México, y ante la escasez de dólares que amenazaba con llevar a la quiebra a numerosas empresas mexicanas, Zedillo encabezó un grupo que diseñó el Fideicomiso para la Cobertura de Riesgos Cambiarios; el FICORCA, cuyo objetivo fue dotar a las empresas con divisas para seguir operando.
Como a otros mexicanos, el magnicidio de Colosio cambió de manera radical su vida, pues al quedarse sin cartas para el relevo, Salinas no tuvo más opción que designarlo como candidato sustituto. Ya como presidente electo, el 20 de noviembre de 1994, después del desfile militar, se celebró aquella reunión entre los equipos económicos, entrante y saliente. El tema fue la situación del peso, en la que Zedillo planteó la necesidad de devaluar, la cual fue rechazada por Salinas y Pedro Aspe. En ese momento, nuestra moneda ya se encontraba sobrevaluada.
Como presidente, le tocó el derrumbe del peso, pasando éste de 3.40 pesos por dólar a 8.70 entre diciembre de 1994 y marzo de 1995. Esto ocasionó que la aprobación de Zedillo fuese apenas del 24 por ciento. A partir de ahí, logró un repunte espectacular, cerrando con el 64 por ciento. Aquel “timorato y apocado” sorprendió a todos cuando dio luz verde para encarcelar a Raúl Salinas.
Debido a la profundidad de la crisis, se instrumentó el rescate bancario, el cual recibió muchas críticas, sin embargo, el no haber actuado hubiese sido mucho peor. Durante su sexenio el PIB creció en promedio al 3.4 por ciento. Además de estabilizar la economía y lograr su crecimiento, se reforzó el Poder Judicial y los ciudadanos de la capital pudieron elegir al jefe de gobierno por primera vez, pese a perder el PRI la mayoría en el Congreso en 1997.
A raíz de la matanza de Acteal en ese año, Raúl Vera denunció a Zedillo, empero la demanda sin fundamento no prosperó. En resumen, un gobierno que comenzó con errores terminó bien. El reconocer el triunfo de Vicente Fox le costó a Zedillo el rechazo de grupos priistas, pero también de algunos colosistas en marzo de 1994, y ahora enfrenta el embate de Claudia Sheinbaum y acólitos como Pablo Gómez y Alfonso Ramírez.
Ernesto Zedillo se le adelantó a AMLO, al renunciar de manera voluntaria a su pensión como ex presidente, conservando la que por ley le otorga el Banco de México. Los retos que lanzó a Sheinbaum: 1.- Que un auditor internacional revise la cancelación del aeropuerto y las obras de AMLO, y 2.- Que se informe el costo de la seguridad de AMLO, ya tuvieron respuesta: la represión.
Hubiera sido más cómodo para él guardar silencio, en cambio, optó por alzar la voz, la cual es respetada en los foros internacionales, de ahí la virulencia de la mandataria, porque no es una crítica como la de “Alito” o Marko Cortés; es una con prestigio, y eso molesta.
En lo limitado de este espacio, he tratado de mostrar la transformación de un discreto y excelente economista, en un líder de opinión, cuya voz es de gran valor en esta coyuntura, cuando el gobierno pretende darle el tiro de gracia a nuestra democracia.
Cierro con un hecho cercano a nosotros; en respuesta a la acertada invitación de Armando Fuentes, Zedillo, siendo presidente, inauguró “Radio Concierto”, estación cultural que ha trascendido fronteras.