Es la economía, estúpidos. Pero la micro, no la macro
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Plácido Garza detona la frase que hizo ganar a Clinton la presidencia de EEUU en 1992 y sugiere que se pongan ese saco, pero al revés, a quienes les venga en México
Les platico:
Kamala Harris perdió feo las elecciones del pasado 5 de noviembre por un solo hecho:
El gobierno de Joe Biden -del cual fue vice presidenta- se enfocó en la macroeconomía y se olvidó de la que pone y quita pan en la mesa: la micro.
Trump arrasó precisamente porque usó ese último ingrediente y lo mezcló con un discurso de exacerbado nacionalismo.
En México, el enfoque populista de Morena le valió en 2018 y ahora en 2024, ser el partido hegemónico, supremacista, diría el senador Adán Augusto López, el notario número 1 de México, por ser quien le hace las escrituras al ex presidente Andrés Manuel y a su familia.
Pero esa hegemonía política que abarca ya los tres poderes, se enfoca peligrosamente solo en la microeconomía y descuida los indicadores macro que retratan ante el mundo a un país cada vez más entracalado.
Datos que obtuve de los últimos reportes del FMI y de la OCDE (octubre y noviembre, respectivamente) hablan de un peligroso nivel de endeudamiento que pone en riesgo la calidad crediticia de la que México ha gozado en los últimos 24 años.
El servicio de la deuda -pago de intereses sobre el capital- se comerá en el primer trimestre del 2025, el 7% del PIB.
Ese indicador sitúa a México entre los países que tendrán que ofrecer nuevas garantías, si quiere que le sigan prestando las grandes potencias del mundo.
Por eso, en el proyecto de presupuesto presentado con un montón de “errores” por el nuevo gobierno ante el Congreso de la Unión, se menciona un “respiro fiscal” que le será regalado a Pemex, para que de perdido saque las narices del lodazal en que lo dejó López Obrador y su compadre, el agrónomo que mal dirigió a esa empresa durante los últimos seis años.
La tirada del gobierno de la Señora Presidenta -según me lo explicó un fiscalista mexicano de polendas- es aflojarle la presión de pago de impuestos a Pemex, para que aligere el peso de sus números rojos y cuando esto suceda -por ahí de inicios de 2026- ofrecerla como una nueva garantía para que los préstamos internacionales sigan fluyendo hacia el País.
Solo que antes, para que esta posibilidad se concrete, México tendrá que honrar el pago de los intereses de su deuda durante todo 2025 y ahí es donde va a torcer la puerca el rabo.
Porque según mi fuente, para lograrlo, el gobierno de Sheinbaum tendrá que cerrarle la llave presupuestal a estados y municipios de todo el País, aunque el plan es hacerlo en una primera fase con los que son de partidos opositores, PRI y PAN, mayormente.
Buscan hacerlo también con las universidades, aunque muchos rectores ya pusieron el grito en el cielo y ante eso, al Dr. Ramírez de la O no le quedó más remedio que decir que se equivocaron al presentar los números relativos a ese rubro. Sí, apá.
El fiscalista a quien me refiero me mostró corridas financieras que obtuvo de las sub secretarías de egresos de todo el gabinete, donde se ve claramente la intención de ponerle lupa a cada peso que se gaste.
Si no va hacia los proyectos emblemáticos de la 4T, pa ´atrás los fielders.
Un mexicano ex alto funcionario de la OCDE me dijo que el gobierno federal tendrá que podar sus gastos, si quiere seguir recibiendo dinero del exterior vía deuda, incluso de la soberana de México.
El solo pago de las pensiones que se vencen en junio de 2025 se llevará casi un billón y medio de pesos.
Por eso y por las bestiales cantidades de dinero que siguen fluyendo hacia el trenecito maya, hacia el AIFA y Dos Bocas, el gobierno de Sheinbaum arrancará 2025, quebrado.
Cajón de Sastre:
- Y a los sufridos proveedores de Pemex y otras dependencias del gobierno federal habrá que repetirles la frase que más se escuchó en esos ambientes este año y el pasado: “Háganle como quieran”.
- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Ivá y toda la Compañía.
- Por lo pronto, tengan ustedes hoy un plácido domingo.