Fentanilo: ¿es un problema de salud pública en Coahuila?

Las adicciones, cualesquiera que estas sean, representan un problema para la sociedad y por ello todos debemos contribuir a su control y combate. Pero siendo nociva cualquier adicción, hay algunas a las que debe prestarse mayor atención y estas son las relacionadas con el consumo de drogas.

En particular resulta preocupante el consumo de drogas sintéticas y, de entre estas últimas son los opiáceos los que mayor alarma generan debido a las consecuencias físicas y mentales que provocan entre quienes las consumen.

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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 6 por ciento de la población mundial entre 15 y 64 años, es decir, más de 295 millones de personas, consumen drogas y de estas, unos 60 millones consumieron opioides, según cifras del año 2021.

Más aún: de las alrededor de 600 mil muertes provocadas por el consumo de drogas que la OMS calcula ocurren anualmente en el mundo, el 80 por ciento se debe al uso de opioides, lo cual convierte a estas sustancias en las más letales en esta estadística.

Para fortuna nuestra, las cifras de consumo en México −y en Coahuila− no son elevadas. Sin embargo, ello no implica que el problema se soslaye, sino al contrario: es ahora cuando las estrategias preventivas deben ser desplegadas con mayor vigor para evitar que los problemas observados en otras partes del mundo comiencen a registrarse aquí.

El comentario viene al caso a propósito de la estadística que publicamos en esta edición y según la cual en Coahuila se han abierto, entre el 2017 y este año, 16 carpetas de investigación por presuntos delitos relacionados con el tráfico y distribución de fentanilo, el opioide sintético más mencionado como un problema de salud pública en los últimos años.

Habrá quien diga que 16 carpetas en 7 años es una cifra muy baja y que no debería preocuparnos, pero se trata de una conclusión apresurada, por decir lo menos. Contrario a esta posición, lo que debemos hacer es ocuparnos del tema y procurar una respuesta eficaz para el mismo.

Y esto es así porque el fentanilo constituye un problema de magnitudes globales. En el vecino país del norte, de acuerdo con cifras oficiales, las muertes por sobredosis de opioides casi se duplicaron entre 2019 y 2022, año en el cual se acumularon casi 82 mil decesos por esta causa.

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En México, de acuerdo con información que reportan diversas agencias estadounidenses, se registra una importante producción de fentanilo a partir de precursores que llegan desde China. Como ha ocurrido con otras drogas, que tradicionalmente han “circulado” por México, el fentanilo puede pasar de ser una mercancía que se trasiega en territorio nacional a una que se consume aquí.

Esto último es lo que debe evitarse y para ello es imprescindible poner atención al fenómeno ahora, cuando su magnitud es lo suficientemente pequeña como para resultar manejable y que las estrategias para combatirle sean eficaces.