Secuestro virtual: La ingenuidad, una virtud que puede salir cara hoy día

Opinión
/ 14 octubre 2024

El término ingenuo, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, es un adjetivo que proviene del latín “ingenuus” y que utilizamos para referirnos a una persona que es candorosa, sin doblez, y puede indicar una ausencia de malicia o falta de experiencia.

Desde el punto de vista etimológico, nos encontramos ante un término cuya connotación no es, al menos en principio, negativa para la persona e incluso podría ser considerado como una virtud. Se trata, sin embargo, de una actitud que puede resultar sumamente peligrosa en nuestros días.

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Y es que justamente la ingenuidad y el candor de algunas personas es lo que sirve a quienes han decidido hacer de la delincuencia un estilo de vida y encontrado en la falta de malicia la oportunidad para concretar sus objetivos.

Así, las formas de estafa en contra de quien tiene la mala suerte de cruzarse en el camino de los delincuentes oportunistas se han multiplicado. Y una de las muchas modalidades que hoy en día se practica y cuya incidencia preocupa es la de los denominados “secuestros virtuales”.

De acuerdo con información de la Secretaría de Gobernación, para la comisión del secuestro virtual los delincuentes logran ponerse en contacto con la víctima y a través de palabras amenazantes le fuerzan a salir de su domicilio, obteniendo de paso información sobre la familia de la víctima.

“Amenazan con dañar a algún familiar si no se siguen sus instrucciones. Posteriormente, solicitan a la víctima apagar su celular y trasladarse a algún sitio específico (comúnmente hoteles), a donde les llaman para darle nuevas indicaciones”, define la Segob.

Esta modalidad de secuestro, de acuerdo con la Fiscalía General de Coahuila, fue denunciada en al menos 27 ocasiones en los primeros ocho meses del año, lo cual implica haber rebasado en más del doble el número de casos registrados durante todo el año anterior, cuando solamente se denunciaron 11.

¿Por qué se está incrementando en Coahuila, de forma desproporcionada, este tipo de delito? ¿Qué acciones pueden −y deben− realizar las autoridades de todos los órdenes, así como las instituciones sociales, religiosas y familiares para impedir que la estadística siga creciendo?

Resulta paradójico que una sociedad que, al menos en teoría, cada vez se encuentra mejor informada y cuenta con más y mejores herramientas para allegarse de información y proteger su integridad y la de sus bienes, parezca indefensa ante la actividad delincuencial que basa su operación en la formulación de engaños.

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Sin embargo, dado que las consecuencias de este tipo de actividad no son triviales para quienes las padecen, cabría esperar una respuesta eficaz por parte de la sociedad y las instituciones gubernamentales, entendiendo por eficaz una que ponga un freno a la actividad de los secuestradores virtuales.

La ingenuidad o la ausencia de malicia no debe ser considerada un defecto en la personalidad de nadie, pero tampoco puede ser un atributo que termine por costar caro.

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