Hábitos que debemos crear

Los hábitos son esenciales para tener una vida saludable y equilibrada. El hábito es una conducta que repetimos y la realizamos en forma automática. Los hábitos son aprendidos y la mayoría de ellos enseñados por nuestros padres y maestros desde la infancia; como lavarse los dientes antes de dormir, saludar al llegar a una casa, hacer la tarea antes de ver la televisión, comer el postre hasta el final de la comida, bañarse cada mañana y/o noche, etcétera.

Los humanos, por naturaleza, somos seres rutinarios y con muchos hábitos que nos ayudan a llevar a cabo muchas conductas sanas. Esto lo afirma el historiador Will Durant: “Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito”. Sin embargo, no todas nuestras prácticas son buenas. Existen hábitos nocivos o tóxicos que se convierten en vicios. Es mucho más difícil romper un hábito que crearlo. Y cómo dice el refrán: “Árbol que crece torcido, jamás tu tronco endereza”. Aquí está la misión más importante de ser padres, educar hijos que puedan enfrentar con éxito la vida con conductas positivas y como afirmó el filósofo griego Aristóteles: “Los buenos hábitos formados en la juventud hacen la diferencia”. Formemos el mayor número de hábitos positivos como hacer ejercicio físico frecuentemente o leer un libro cada dos o tres meses. Las rutinas nos cambian la vida.

A continuación mencionaré algunos hábitos que son básicos para nuestras vidas y, quizás, la familia o la escuela nunca nos los enseñaron:

1.- Pequeños pasos pueden cambiar cosas grandes en la vida. Podemos tener la creencia de que si deseamos obtener logros importantes debemos de tomar grandes decisiones. Mi abuelo decía: “Más vale paso que dure que trote que canse”. Para lograr metas a largo plazo se requiere de perseverancia y trabajo continuo. Es importante que los pasos sean claros, pequeños y frecuentes para alcanzar nuestros sueños. Hay que controlar las cosas pequeñas de nuestras vidas para conquistar las grandes.

2.- Escuchar, pero evitar ser influido por otras opiniones. Nuestros hijos adolescentes tienen la obsesión de ser aceptados por los demás. Las malas noticias son que nunca lograremos satisfacer las expectativas de todos. La vida no se debe malgastar en tratar de cumplir con los estándares de otros. Al único que debemos cumplir es a nosotros mismos.

3.- Miedo a cambiar. La vida cambia con mayor rapidez que antes y enfrentamos cada mañana con nuevos desafíos. Ello explica por qué la mayoría de las personas con mejor capacidad de adaptación tienen los mejores resultados. Como decía el naturalista inglés Charles Darwin: “Las especies que sobreviven, no son las más rápidas o las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Enseñemos a nuestros hijos a no tener miedo. A partir del hogar podemos prepararlos a ser flexibles cambiando algunas rutinas y no permitirles todo lo que esperan.

4.- Evitar complacer a todos. Nuestros padres nos enseñaron que debemos hacer felices a todos los que nos rodean, dando un “Sí” a todo y con la incapacidad de decir un “No” cuando sea necesario. Si nuestros hijos crecen con la pobre voluntad de decir “No” a las cosas incorrectas, no tendrán la capacidad de tomar buenas decisiones. Es fundamental que no busquen constantemente la aprobación de los demás ya que vivirán en un continuo riesgo.

5.- Solamente vivir en el pasado. Existe una canción titulada: “Recordar es volver a vivir”, pero vivir solamente del pasado evitará disfrutar las cosas del presente. Concentrarme en el ahora es la mejor forma de vivir.