Hasta encontrarles

Opinión
/ 28 agosto 2022

La historia de la desaparición de personas se sigue escribiendo. Esta práctica, que se ha extendido en el espacio y en el tiempo, permanece hasta la actualidad. La desaparición de personas se considera una violación grave de derechos humanos por todas las afectaciones que causa a los derechos de las víctimas, que son tanto las personas desaparecidas como sus familias.

Es una realidad que la desaparición de personas no es parte del pasado, lamentablemente sigue presente. Por un lado, esta práctica sigue ocurriendo y por otro siguen cientos de miles de personas desaparecidas en el mundo. Estas personas llevan años sin que sus familias pueden saber qué fue lo que sucedió. Existe una diversidad de los contextos de desaparición pero, sin duda, el factor que une a las víctimas es la búsqueda de sus personas queridas.

Siendo la búsqueda una de las acciones más prioritarias, constituye un derecho humano de las víctimas y una obligación por parte de los Estados. El derecho a la búsqueda comprende todas aquellas labores necesarias, inmediatas y efectivas para la localización, la identificación y la reintegración o restitución. Durante todo el proceso que implica la búsqueda de las personas desaparecidas, la dignidad humana de las víctimas es el punto de inicio y fin.

Por lo tanto, la importancia del derecho humano a la búsqueda cubre una necesidad esencial que es la protección de la vida, la seguridad y la integridad de las personas. A pesar del reconocimiento del derecho a la búsqueda de las víctimas y la obligación que tienen los Estados de garantizarlo, todavía existen muchas acciones pendientes por realizarse para poder encontrar a todas las personas desaparecidas.

La violencia que se ha vivido en América Latina, en el pasado y en el presente, tiene como resultado violaciones graves a derechos humanos, entre ellas miles de desapariciones sin resolver. En su mayoría, los países han adoptado medidas tardías para la atender las desapariciones, en especial sobre la búsqueda. Algunos países no han buscado, han dejado de buscar o recientemente han iniciado acciones de búsqueda sin obtener resultados solo progresos, esto deriva de propia complejidad de garantizar el derecho a la búsqueda.

Sin duda, los Estados han olvidado el carácter permanente de la obligación de buscar y que es un derecho absoluto que tienen todas las víctimas. Lo anterior resulta en una doble desaparición como consecuencia del olvido y de la omisión de los Estados sobre la búsqueda efectiva. Provocando sufrimiento y angustia en las familias de no saber dónde están sus familiares.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, la primera desaparición en México fue en 1964, y a la fecha esta persona sigue sin ser localizada transcurridos 58 años. Sin duda en México, han existido grandes esfuerzos en la búsqueda de personas desaparecidas, pero aún quedan muchas acciones por realizar.

Otro factor común entre los países en los que hay presencia del fenómeno de la desaparición es que la búsqueda ha sido iniciada y continuada por las familias de personas desaparecidas, ya sea de manera individual o colectiva. Las familias han logrado generar una fuerza imparable para exigir a los Estados la búsqueda efectiva.

Cada 30 de agosto se conmemora el “Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas o Involuntarias”. Este día permite recordar que existen cientos de miles de personas desaparecidas que siguen sin ser localizadas. También es importante reconocer la incansable lucha de las familias por la verdad, la justicia, la no repetición y la memoria. Otra de las partes importantes es generar conciencia social sobre la desaparición de personas.

Todos los días es importante recordar que en México hacen falta 104 mil 781 personas desaparecidas y que sus familias les siguen esperando. Que la memoria como sociedad no se debilite, que sea costumbre exigir verdad siendo intolerantes a la impunidad. México es un país de víctimas de desaparición, y su deuda será vigente hasta no encontrarles.

Especial dedicatoria a las 104 mil 781 personas desaparecidas en México reconocimiento a las familias que han dedicado su vida a buscarlas y buscarlos.

La autora es Investigadora del Centro de Derechos Económicos, Sociales, Culturales
y Ambientales de la Academia Interamericana de Derechos Humanos.

Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos
de VANGUARDIA y la Academia IDH

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