Inteligencia artificial y desarrollo de las capacidades cognitivas
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ChatGPT ofrece atajos, los cuales pueden ser muy útiles en contextos de empresas o en personas con capacidades ya desarrolladas, pero altamente peligrosas en individuos que se encuentran en etapa formativa
El uso de motores de inteligencia artificial, como ChatGPT o DeepSeek, está ayudando a miles de personas a desarrollar tareas en muchos campos y ámbitos, reduciendo los tiempos y los costos, pero también pudiera tener, en el mediano plazo, un impacto profundo y negativo en la creatividad y el desarrollo de las capacidades cognitivas.
Por ejemplo, si en una escuela se le pide a un estudiante realizar varios ensayos y tareas, pero en todos ellos utiliza ChatGPT y nunca hace el esfuerzo por desarrollarlos él, la consecuencia será que nunca desenvolverá sus habilidades de escritura; de hecho, bien podría ser un analfabeta funcional.
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Si la persona no es retada, nunca va a mejorar, y esto aplica para cualquier habilidad, destreza y capacidad. Por ejemplo, si un atleta no entrena duro, nunca logrará romper marcas y ser competitivo, lo mismo pasa con las capacidades cognitivas, estas tienen que desarrollarse y la única forma de hacerlo es por la vía difícil del aprendizaje y el entrenamiento constante.
ChatGPT ofrece atajos, los cuales pueden ser muy útiles en contextos de empresas o en personas con capacidades ya desarrolladas, pero resultan altamente peligrosas en individuos que se encuentran en etapa formativa, como estudiantes de niveles básico, media y media superior, porque el daño que les puede causar es irreversible.
Un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), encabezados por Nataliya Kosmyna, desarrolló un experimento para medir la actividad cerebral de 54 estudiantes, a los cuales se les pidió realizar un ensayo, dividiendo el ejercicio en tres grupos: el primero de ellos lo tuvo que hacer sin ningún tipo de ayuda, el segundo podía realizar búsquedas en Google para auxiliarse, y el tercero, recurrir a ChatGPT.
Las conclusiones preliminares del experimento demuestran que el grupo que tuvo que hacer el ensayo sin ayuda registró una actividad cerebral más intensa y quienes usaron ChatGPT, una actividad significativamente menor, lo cual permite concluir que existen efectos negativos aparejados al uso de la IA en la actividad cerebral de las personas, y si ello se prolonga durante años, puede afectar el desarrollo de la inteligencia de los estudiantes.
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Lo anterior debe alertar a todo el sistema educativo porque el uso de ChatGPT y otros motores de IA para hacer tareas ha ido en franco crecimiento en los últimos dos años, mientras los centros educativos no han logrado desarrollar esquemas que hagan posible la detección y erradicación del uso de estas tecnologías para hacer las tareas.
Sin embargo, resulta fundamental diseñar buenas metodologías para el desarrollo de las capacidades cognitivas, generando retos que los estudiantes deban resolver utilizando su inteligencia y conocimientos, para que, una vez que tengan ya una capacidad intelectual amplia, puedan utilizar la IA como herramienta y no como sustituta de su mente, porque de lo contrario tendremos en el futuro a muchos analfabetas funcionales, que no habrán de contribuir al desarrollo del país.
victorsanval@gmail.com
