Israel-Palestina, un conflicto irresoluble

Opinión
/ 16 octubre 2023

El conflicto israelo-palestino no tiene solución. Ninguna de las partes cede: Israel ha roto todos sus acuerdos territoriales desde que se formó como nación independiente bajo auspicio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en los 40’s, y Palestina está plagada de gente resentida, empobrecida y oprimida que busca cualquier manera de vengarse sobre sus provocadores vecinos judíos. Hay enormes brechas ideológicas. Diferencias de carácter religioso (del islam militante contra el judaísmo ortodoxo y ultra-conservador). División política con sistemas predominantemente autocráticos por el lado árabe y democráticos pero exclusivistas por parte de Israel, donde un minúsculo porcentaje de Palestinos son auténticos ciudadanos de segunda categoría sin voz ni voto, como lo refleja la composición actual del Knesset o Parlamento. Si agregamos cultura y nivel de desarrollo económico, el panorama es sombrío pues las disparidades parecen insuperables. La asistencia financiera y militar que recibe Tel Aviv en comparación con Cisjordania y Gaza tan solo por parte de Estados Unidos es desproporcionada: un billón de dólares contra 73 millones de dólares (vía la agencia para refugiados de la ONU), respectivamente, por año.

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Defender a un país como Israel que permanentemente mantiene a los palestinos bajo su yugo militar es inmoral, y México debe condenar esto enérgicamente. El Estado judío ha expandido cada década su enajenación ilegal de territorios árabes con impunidad, formando nuevas comunidades y colonias a costa de los Palestinos; Amnistía Internacional calcula que son poco más de 100 mil hectáreas robadas desde la guerra de 1967. En total, siete millones de palestinos a la fecha han sido expulsados y han hallado mejores condiciones de vida en distintas partes del mundo. A quienes deciden quedarse en sus decrecientes espacios autónomos les rodean largos y altos muros de concreto con torres de francotiradores israelíes, cuya función es separar a los “buenos” de los “malos” y matar a discreción de ser necesario. Las cárceles están a reventar de palestinos inocentes con tasas de convicción superiores al 95 por ciento, ya que son juzgados por tribunales militares de Israel (a los ciudadanos israelíes se les juzga en tribunales civiles). Irónicamente en esos centros penitenciarios se forman las nuevas generaciones de milicianos palestinos.

Los árabes no tienen libertad de movimiento. Son los oficiales sionistas quienes deciden si éstos pueden trasladarse de un punto a otro, dentro de su mismo territorio. Miles de familias siguen desconectadas por dichas políticas de apartheid, que recuerdan a la Sudáfrica racista o a los ghettos nazis que a más de un judío el mero recuerdo debe causarle repulsión. Con cada redada que ejecuta un Ejército sumamente disciplinado pero altamente letal como el de Israel en las calles de la Autoridad Palestina o que irrumpen con ferocidad en los hogares de la gente común, se suman más adeptos a la causa armada de Hamas, Fatah, la Organización Palestina, las Brigadas Al-Qassam y Hezbollah, por mencionar solo algunos. A quienes injustamente pierden un hermano, un hijo, un padre, o un amigo por la violencia israelí, se plantan en sus corazones la semilla del odio y la ira, con una sed de venganza difícil de frenar.

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El empleo de cazas suministradas por Washington y sus aliados europeos para dejar caer indiscriminadamente sobre edificios civiles bombas de racimo y de fósforo que queman lentamente estructuras de acero lo mismo que huesos humanos con incalculable dolor, es genocidio de acuerdo al derecho público internacional. Destruir hospitales, escuelas, apartamentos, parques e infraestructura estratégica como plantas de agua y luz para servir a la población, es un acto de terrorismo. Decirse sorprendido por la matanza que grupos radicales como Hamas realizaron recientemente en territorio disputado en contra de la población israelí resulta pues, ingenuo. Si por números nos guiamos también tienen desventaja: mueren más palestinos que israelíes siempre. Los dados están cargados.

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