Jóvenes: Estos seis consejos les ayudarán afrontar la incertidumbre

Opinión
/ 21 noviembre 2024

He observado en los últimos años un incremento de sentimientos de ansiedad e incertidumbre entre los adolescentes y jóvenes debido a que no cumplen con sus expectativas y vislumbran un futuro inalcanzable. Postergan cada vez más la salida de la casa de sus papás, independencia financiera, ser dueños de una casa, tener el trabajo de sus sueños y la formación de una familia.

En los momentos de mayor incertidumbre es fundamental aferrarse a la esperanza, ya que nos brinda la fuerza necesaria para seguir adelante y superar cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino. La esperanza nos permite visualizar un futuro mejor y nos impulsa a trabajar con determinación para alcanzar nuestros sueños y metas. Por tanto, recordemos siempre que, incluso en medio de la incertidumbre, la esperanza es un faro que ilumina las tinieblas del futuro.

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Muchos de nosotros crecimos con ciertas ideas preconcebidas sobre cómo sería nuestro futuro, imaginándonos en situaciones diversas y soñando con logros y metas por alcanzar. Ya sea que provengan de nuestros padres, medios de comunicación, internet o películas que hemos consumimos a lo largo de la vida, éstas parecen incluir una serie de conceptos básicos como un título universitario, un empleo estable, un matrimonio sólido, una vivienda propia y la crianza de hijos. Eso no quiere decir, en absoluto, que todas las personas en este vasto mundo necesiten (o incluso deseen) adquirir todas y cada una de esas cosas. Sin embargo, es precisamente el estilo de vida para lo que la gran mayoría de individuos se prepara para anticipar y anhelar con entusiasmo.

Lamentablemente, en ocasiones las circunstancias no se desarrollan según nuestras expectativas y debemos adaptarnos a las nuevas situaciones que se presentan. Las generaciones más jóvenes están intentando conciliar el futuro que se les prometió −vidas similares a las que tenían nuestros padres y abuelos− con la realidad a la que se están enfrentando en la actualidad.

Cada vez más jóvenes manifiestan la creencia de que nunca lograrán adquirir una vivienda propia, les resulta imposible costear los gastos que implica la crianza de hijos, experimentan una profunda insatisfacción con respecto a sus empleos y se encuentran sumidos en un estado de elevadísimo estrés ante la incertidumbre que plantea el futuro de nuestro planeta. Entonces, es cierto que ese concepto de “plan de vida” debe acomodarse y adaptarse a cada una de las circunstancias que enfrentan nuestros hijos.

Es normal experimentar un intenso dolor anticipatorio debido al miedo de no lograr las aspiraciones futuras, tales como la adquisición de una vivienda propia, la crianza de hijos, la estabilidad financiera, entre otros aspectos relevantes para su vida. Lo verdaderamente complicado de este tipo de dolor es la profunda incertidumbre que lo rodea, ya que a pesar de todos nuestros esfuerzos y suposiciones más fundamentadas, en realidad desconocemos por completo lo que el destino nos tiene reservado.

Puede encontrarse en una encrucijada emocional, debatiéndose entre la luminosa esperanza de un porvenir más prometedor y el desapego necesario para liberarse de expectativas utópicas e inalcanzables. Puede experimentar una amplia gama de emociones intensas como la ira, la tristeza profunda, el miedo abrumador, la ansiedad constante, la soledad desgarradora y la culpa persistente.

¿Cómo enseñar a nuestros hijos que afronten saludablemente las incertidumbres?

1) Aceptar las sensaciones de tristeza y frustración. No durarán para siempre, pueden volver más tarde y se puede sentir de nuevo cuando eso sucede.

2) Deja ir la vergüenza. Sentirse avergonzado por no cumplir expectativas es normal. Usted sólo se dirige en una dirección diferente, no está fallando si su vida no va a la planificación.

3) Estar en paz. No tienes que amar tu trabajo o situación de vida, sino solamente estar tranquilo con eso. No seamos rumiantes emocionales negativos, que sólo absorberá nuestra energía mental.

4) Encuentra tu realización propia. Hacer cosas que llenan tu corazón en la vida, como pasar tiempo con personas que te importan, explorar tus pasatiempos e intereses o trabajar como voluntario con una organización local. Lo importante es encontrar lo que valioso en tu vida.

5) No hagas comparaciones. Es más fácil decirlo que hacerlo. Cuando ves a alguien lograr algo que tú no has podido, es normal sentir un cosquilleo de celos o decepción. Trata de no ponerte en esa posición en primer lugar. Evita a las personas en la vida real que se jactan constantemente y te hacen sentir inferior, y no conviertas la vida en una competición, ya que no lo es.

6) Tener esperanza. Entrar en el territorio de la catástrofe es exagerar al saltar al peor escenario, pero debemos ser conscientes que nada está fijado en piedra, incluso si sus preocupaciones por el futuro son realistas. Se trata de equilibrar la posibilidad de un buen (o neutral) resultado con la posibilidad de un mal resultado.

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