Sin embargo, si se me permite un anacronismo y una digresión, esta definición de idiota se basa en el privilegio, ya que la tan admirada democracia que nos sostiene se sustentó en el trabajo de hombres, mujeres y niños esclavos, ergo, desde el siglo XXI escribo para el disgusto de muchos, que idiotas también serían los propios estóicos quienes formaban parte de la ciudadanía griego, es decir, de los privilegiados, quienes consideraban que esos otros, los esclavos naturales o por necesidad que eran agricultores, orfebres, flautistas, carniceros, estaban a cargo de lo vulgar y tenían prohibido ocuparse del discurrir filosófico o de las bellas artes.