La carencia; naturalidad y cambios posibles. Si mi situación de vida no cambia, no estoy buscando la solución en el lugar correcto
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Ayer vi un post sencillo. “Navidad sola”. Hay muchas personas que están pasando la navidad solas. Las razones son variadas y puede ser que haya una motivación autodeterminada o bien circunstancias un tanto fuera de nuestro control. Entiendo que para algunas personas es una situación repetitiva y dolorosa. Para otras personas es algo que hemos escogido por necesidad del momento de vida que estamos pasando.
¿Qué hago con lo que percibo como mis carencias? Sé que la mujer que posteó “Navidad sola” vive atrapada en la carencia. No puedo decir que ha sido por x o por y, no sería mi lugar. Observo que pide ayuda con frecuencia y parece que no encuentra lo que requiere. Repito que no tengo suficiente información para llegar a una conclusión, pero sé que algunas personas establecen su vida en torno a la carencia. Y lo cierto es que carecen, a veces. Hay quienes ven carencia donde no hay, porque su estructura de carácter se formó de esa manera. La terapia les puede ayudar. Hacer cambios en la vida puede ayudar. Verdaderamente hay personas que no ven ninguna solución a su manera de vivir. Me duele eso. Me provoca muchísima compasión, no lástima. La compasión no me empuja a intentar resolver algo que está fuera de mi alcance. Claro que podría aportar algo temporal a la vida de algún otro. No puedo solucionar la vida a nadie. Le toca a esa persona hacerlo. Por eso la terapia. Entiendo que no saben cómo hacerlo y requieren que alguien les acompañe. En la vida de todos hay cosas que no sabemos hacer y para las cuales necesitaremos buscar ayuda o sufrir la carencia o resignarnos a no lograr algo que deseamos. Igualmente sé que cada uno de nosotros tenemos filosofías de vida que nos dictan lo que haremos en estas situaciones. Lo que quizás no sabemos es que esas filosofías, sistemas de creencias, son lo que más tendríamos que cuestionarnos si deseamos vivir de otra manera. De pasada diré que no les creo a nadie que declara que está bien como está y que no necesita ni quiere cambiar nada. ¿Por qué? Pues porque eso significaría que ya no queremos andar el camino de la vida, el cual implica cambios y aprendizajes.