La decadencia de Óscar

Opinión
/ 3 abril 2022

“¿Estamos frente a un caballero defendiendo el honor de su dama? ¡No en lo absoluto! La exquisita y preciosa Jada Pinkett en realidad es quien tiene el control.”

1.- Hace ya una semana de la entrega de los premios Óscar. Esta ceremonia fue la número 94, lo que significa que, en muy pocos años, cumplirá un siglo de existencia. Sin embargo, como todo mundo lo sabe, los niveles de audiencia han bajado en los últimos 7 años de manera estrepitosa. En 1998 tuvo su pico más alto con más de 57 millones de personas viendo en vivo la entrega de las estatuillas. Y en 2021 cayó hasta el fondo con sólo 10 millones de televidentes.

2.- ¿Qué pasa con los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas? ¿Por qué ya no son la fiesta anual más vista del planeta? Hay varios factores. En primer lugar, no solamente la llegada, sino el establecimiento universal del internet, fue como una bomba cayendo sobre la cabeza del Óscar. Los seres humanos estamos ya completamente acostumbrados a tener entretenimiento a la mano y a la hora que queramos.

3.- La mente de cualquier persona contemporánea piensa así: “¿Esperar a que los poderosos señores de la Academia tengan la bondad de transmitir, en vivo, su larguísima premiación en el día y la hora que ellos determinen, y en los canales de televisión tradicional con los que ellos tengan millonarios acuerdos? ¡De ninguna manera! Si no está en internet, con fácil acceso y a la hora que yo quiera, ¡no lo voy a ver! Punto.”

4.- Las generaciones más jóvenes no se han dado cuenta de la transición, pero somos ahora los consumidores de entretenimiento los que hemos tomado el control absoluto. Y esto es justamente lo que no han querido asumir los señores de la tercera edad, blancos, millonarios y poderosos que están al frente de la Academia. Estamos presenciando la silenciosa lucha entre generaciones que no se entienden en lo absoluto. Y los premios Óscar son la víctima principal.

5.- Por otro lado, la democratización total de las redes sociales, nos permite estar a un click de distancia de cualquier persona en el mundo. Y la sensación de igualdad es más fuerte que nunca en la Historia. Ver un desfile de personas vistiendo trajes que cuestan el salario anual de cualquiera y portando joyas con el mismo valor que una casa entera, ya no interesa a las masas. Ahora cada quien es el héroe de su propia vida y es por esto mismo que las monarquías en el mundo ahora tienen su lugar sobre arenas movedizas.

6.- Y mientras vemos si los premios Óscar se atreven a reinventarse para intentar volver a ser trascendentes, el escándalo de la bofetada de Will Smith a Chris Rock es lo que, desgraciadamente, ha hecho que sigamos hablando de la ceremonia, como ya no se hacía. Pero ¡cuidado en este punto! Las cosas no son como parecen. ¿Estamos frente a un caballero defendiendo el honor de su dama? ¡No en lo absoluto! La exquisita y preciosa Jada Pinkett en realidad es quien tiene el control.

7.- Al inicio de las bromas de Chris Rock contra Jada, Will Smith estaba riendo. Pero después de ver los gestos de desaprobación de Pinkett, el actor estalló, víctima de una rabia incontrolable y fue a golpear a Rock. El narcisismo manipulador de esta mujer es escalofriante. Ella ya había humillado a Will en diferentes ocasiones por temas controversiales. En estos tiempos de reivindicación de los derechos de las mujeres, es muy difícil señalar a una de ellas cuando es la villana de la historia.

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