La función social del Derecho

En la Teoría General del Derecho existen tres funciones principales de un sistema legal como fenómeno de una sociedad: el control social, la seguridad y la justicia. El Derecho, como expresión social de una comunidad política, surge por la necesidad de arbitrar los hechos y valores que son relevantes regular para darle seguridad y razonabilidad a las diferentes actividades de las personas. Sin Derecho, la sociedad se rige por la ley del más fuerte.

Esta es la segunda lección de mi curso en la #LicenciaturaAIDH. Mis estudiantes deberán aprender las lecturas básicas, complementarias y especializadas que hemos elegido en el temario, para que entiendan el carácter social del Derecho. No se trata, sin embargo, de que conozcan si el derecho puede ser eficaz o no. Eso lo estudiarán principalmente en su materia de Sociología Jurídica. Allí aprenderán, sobre todo, a ver el mundo experimental de la norma: si es efectiva o no, si transforma o no la realidad social, si cumple o no sus objetivos en la realidad.

En mi curso más bien deberán conocer una aproximación general, desde el Derecho, de la naturaleza social de la normas; es decir, si alguien quiere hacer una norma debe saber la finalidad social que busca, independientemente de sus objetivos particulares, para asegurar el control social, la seguridad y la justicia.

El Derecho, en efecto, se explica, como dice el juez Holmes, para normar a las personas malas. Si todos nos comportamos como ángeles no habría necesidad de imponer, por la fuerza, la razón de la ley. Ella es la que nos da a todos una predicción general de lo que debe aplicarse cuando existen conflictos en la sociedad. Sin Derecho, las controversias se dirimen en forma arbitraria.

Por el contrario, el Derecho siempre busca ofrecer una solución general, justa y segura para todos. Si la incumplimos, sabemos de antemano que la ley nos impondrá su voluntad, a pesar de nuestra libertad.

Cuando, por ejemplo, las personas en el territorio nacional tiran basura y se estacionan mal, muchos piensan que, por la cultura de ilegalidad que existe en México, no les va a pasar nada. Muchos lo hacen. Pero luego esas mismas personas pasan el río Bravo –y como arte de magia– si se comportan bien: no tiran basura, respetan las señales de tránsito y se estacionan en forma ordenada. Son buenos ciudadanos por pasar el río: ¿por qué?, ¿el territorio norteamericano los transforma? No.

La respuesta, a mi juicio, se encuentra en la función social del Derecho. En USA saben que les aplicarán su ticket. No se atreven, por tanto, a cometer infracciones porque saben que la policía les impondrá la sanción legal.

Durante esta segunda lección, con mis alumnos y alumnas, aprenderemos, desde la teoría general de diferentes autores, que el Derecho tiene como función: alentar y desalentar conductas; facilitar acuerdos entre particulares; proveer servicios y redistribuir bienes; resolver conflictos; establecer procedimientos para cambiar el derecho e institucionalizar procedimientos para reforzar su cumplimiento.

LABORATORIO + OBSERVATORIO AIDH

Como la enseñanza AIDH no sólo se centra en un estudio teórico, también veremos algunos problemas y casos para que se experimenten y observen las funciones sociales del derecho.

Por un lado, haremos un laboratorio de las reglas de la cárcel. La visitarán. En el buen sentido, previo el permiso de las autoridades. Pero se van a tener que preguntar nuestros alumnas y alumnos qué funciones, generales y específicas, tiene la cárcel dentro de su comunidad. Deberemos reflexionar por qué y para qué existen las reglas en las prisiones. Pero también van a tener que observar los problemas judiciales que plantea la aplicación del sistema penitenciario. Como juez penal tengo diferentes opiniones judiciales sobre los derechos de las personas privadas de la libertad.

Deberán, finalmente, entender que este debate se sintetiza con las reglas Mandela que la ONU recomienda a todos los países para tratar en forma digna a las personas presas.

Como complemento final, les dejaremos de tarea que vean la película “Invictus”. En ella entenderán la vida y obra de un gran luchador de los derechos humanos, Nelson Mandela, que explica el problema social de las reglas carcelarias.

En suma, en lugar de llevarlos a tomarse las chelas –como en algunas escuelas lo hacen– para experimentarlos en la ebriedad consuetudinaria, en la AIDH formaremos a los juristas que estarán comprometidos con la función social del Derecho. Esa es la pública diferencia de una educación de calidad.