La métrica de la deuda (1/2)
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El tema de la deuda ha estado presente en la agenda pública en las semanas recientes. El Presidente ha afirmado que en lo que va de su sexenio esta no se ha incrementado, lo cual ha generado mucho debate. Adicionalmente, nos encontramos en los plazos de aprobación del Paquete Económico, por lo que esta variable cobra aún más interés.
No obstante, este indicador se presta a mucho a confusión por la forma en que se maneja en las mediciones de los informes de finanzas públicas en nuestro país. Ante ello es necesario realizar algunas precisiones sobre este asunto.
Antes que nada, debemos distinguir entre lo que es la deuda del Sector Público y la deuda del Gobierno Federal, ya que ahí empiezan las complicaciones.
Cuando hablamos del Gobierno Federal, nos referimos no solamente a la Administración Pública Centralizada que abarca además del Poder Ejecutivo y sus dependencias, también a los poderes y órganos autónomos (Legislativo, Judicial, INE, CNDH, entre otros).
Si a esta estructura llamada Gobierno Federal, le agregamos a los organismos y empresas bajo control presupuestario directo (PEMEX, CFE, IMSS, ISSSTE), y además le sumamos a los organismos y empresas bajo control presupuestario indirecto que incluye a entidades como CAPUFE, Servicio Postal Mexicano, FCE, Notimex, la banca de desarrollo, entre muchos más, entonces ya estamos hablando del Sector Público Presupuestario en su totalidad.
De tal forma que cuando nos enteramos por los medios de alguna cifra de deuda pública, habrá que precisar primero si corresponde solo a la del Gobierno Federal o bien, estamos hablando más ampliamente de todo el Sector Público.
Lamentablemente las complicaciones no terminan ahí. Además de lo que ya comentamos tenemos a lo que se conoce como la deuda bruta y la deuda neta. Esta última hace referencia a la deuda bruta (todas las obligaciones incurridas) menos los activos financieros en posesión ya sea del Gobierno o del Sector Público, según sea el caso.
Si hasta aquí pareciera que nos metimos a un laberinto de tecnicismos, aun nos falta otro enredo más. Resulta que tenemos otro indicador, el cual por cierto es el más importante y representa la medición más amplia de las obligaciones financieras del país. El denominado Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público contabiliza además de la deuda neta del Sector Público, las obligaciones netas del IPAB, del FONADIN, los asociados a PIDIREGAS y a los Programas de Apoyo a Deudores, así como la ganancia o pérdida esperada de la banca de desarrollo y fondos de fomento.
De tal forma que resulta muy fácil confundir a la población cuando se quiere decir que la deuda publica tuvo determinado comportamiento. Solo basta enfocarse en la cifra que más convenga resaltar sin tomarse la molestia de precisar exactamente a cuál indicador de la deuda se refieren.
Economista y Catedrático de la Facultad de
Economía de la UAdeC