La novia gitana

Opinión
/ 11 diciembre 2022

El inenarrable asesinato de una joven desata el sindiós en un Madrid desconocido a los ojos del mundo hedonista, uno donde el hampa confunde y atraganta a todo aquel que se atreva a transitar por su maloliente tranquea. Mitad gitana, mitad paya, Susana emuló (sin saberlo) el feminicidio de su hermana siete años después del sangriento suceso. Ambas de alta alcurnia, a punto de casarse y bajo circunstancias azas tétricas, donde hiede el odio a trasmano, motivado por un mesías esnob, nauseabundo y perverso.

Descubrir al autor intelectual resulta bastante complicado debido a que, en el proceso, todas las personas inmersas se ven orilladas a confesar (pero sobre todo a reconocer) sus más secretas culpas y obsesiones, esto compromete el avance de un crimen contrarreloj, donde la mayor parte de las pruebas sobrepasan el alcance de la digitalización de la cultura y las pistas fehacientes para dar con él.

Con este libro, Carmen Mola inaugura una saga que confirma la vigencia de la novela policiaca, cuya capacidad de tensar el hilo de la tensión como el que más queda expuesta como cordero abierto en canal. La resiliencia de uno de los géneros más antiquísimos de la narrativa es, afortunadamente, a prueba de balas.

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