La transformación no llegó a la minería del carbón

Esta semana las familias de los 10 mineros atrapados en la mina El Pinabete de Sabinas, Coahuila, recibieron una noticia que los sacudió: se requerirán de 6 a 11 meses para construir un tajo que logre recuperar, para entonces, los restos de los carboneros.

Desde un inicio las autoridades sabían de la situación complicada que representaba dar con los mineros. Pero se mostraron optimistas en el discurso: mañana o pasado mañana inicia el rescate, van a bajar los buzos, a media semana inicia el rescate. Fueron algunas de las frases de las autoridades federales, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ante la necesidad de diferenciarse de gobiernos anteriores, el gobierno actual se envalentonó sin estrategia y sin un ápice de realidad. Hoy paga las consecuencias de un discurso irresponsable, pero también las consecuencias de no prevenir accidentes mineros como es su responsabilidad.

¿El Pinabete será el Pasta de Conchos de la administración lopezobradorista? Han dicho que no, pero también han dicho que son diferentes hasta el cansancio y al menos en la actividad minera han evidenciado que siguen las mismas mafias, las mismas pifias, el mismo pacto de impunidad, los mismos vacíos, las mismas omisiones.

A la minería del carbón la transformación no ha llegado. Beneficiar más a pequeños o medianos productores no es ninguna transformación.

En casi cuatro años de administración federal no hay más y mejores inspecciones que antes, no hay castigos, no hay eliminación o suspensión de concesiones, no hay responsables. Los mismos siguen haciéndose más ricos y los mismos trabajadores siguen en la precariedad laboral.

Que muera un minero en Coahuila cuesta barato. Nadie pisa la cárcel y las multas son ridículas. Y como si no pasara nada, las minas vuelven a abrir sin ningún problema.

Serán seis a once meses largos. Muy largos. Porque a la par del rescate en El Pinabete, hay que recordar que el gobierno federal se comprometió al rescate de Pasta de Conchos, el cual, según familias consultadas, no avanza.

AL TIRO

¿Y el Congreso de la Unión? ¿Dónde están los y las diputadas de cualquier partido que busquen legislar en torno a los enormes vacíos en el Código Penal Federal o la Ley Minera?

Prefieren ser cómplices de un negocio de unos cuantos que en nada impacta en el desarrollo de la región Carbonífera.

Datos que revelamos en el SEMANARIO de esta semana refieren que la región cuenta con menos promedio de escolaridad en comparación al promedio estatal, tres de cada 10 habitantes carecen de seguridad social. Arriba del 23 por ciento de la población no tiene derecho a servicios de salud, según datos de Coneval y 7 de cada 10 incapacidades por neumoconiosis, la enfermedad del pulmón negro que es derivado de respirar el polvo del carbón, ocurre en Coahuila, según datos del Seguro Social.

Además, según datos del Inegi, la población creció 5.2 por ciento en 10 años. Cuando el estado creció 14.5 por ciento en una década. Juárez y Progreso tienen menos habitantes que hace 10 años.

Todo esto pasa para extraer carbón, un carbón que hoy en día genera apenas el 4% de la producción de electricidad en el país.