La última hora de Adán Augusto

Opinión
/ 21 julio 2025

Es difícil encontrar en la historia reciente del país un precedente al nivel de la orfandad que vive hoy el coordinador de Morena en el Senado

La súbita caída de Adán Augusto López en un abismo político puede sustentarse en un expediente colmado de reportes de inteligencia militar sobre su protección al crimen organizado o en evidencias de negocios inexplicables y un ruidoso comportamiento personal.

Sin embargo, su derrumbe atraerá dos interpretaciones centrales: Una ruptura del gobierno Sheinbaum con el primer círculo del expresidente Andrés Manuel López Obrador o una ofrenda a Washington del primer personaje de alto nivel ligado a la narcopolítica. Quizá, una mezcla de ambos.

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Es difícil encontrar en la historia reciente del país un precedente al nivel de la orfandad que vive hoy el coordinador de Morena en el Senado; precandidato a la Presidencia (2023); exsecretario de Gobernación (2021-2023) y exgobernador de Tabasco (2019-2021), entre otras posiciones ligadas estrechamente al oficialismo.

Pero la mayor relevancia de este personaje radica en una esfera más delicada: su estrecha relación con López Obrador, incluso entre las familias de ambos desde los tiempos en que el padre de Adán Augusto, el abogado y notario Payambé López Falconi, acompañó al ahora expresidente en dolorosos episodios personales, escrituró su primera casa en Villahermosa y dio fe de la constitución del PRD en la entidad, con AMLO al frente.

Todo pudo haber tomado un derrotero diferente. López Hernández comentaba con sus cercanos, hace apenas algunas semanas, la posibilidad de un exilio que lo llevara como embajador a Francia, donde estudió un posgrado, pero esperaba imponer condiciones, entre ellas garantizar protección a una protegida política. Tal escenario parece ya sepultado.

Debe asumirse que su defenestración arrastrará a otros actores. La lista de estos últimos puede ser larga. Incluir, por ejemplo, a la también senadora Andrea Chávez o a Carlos Merino Campos, su eterno suplente por más de 15 años en puestos públicos, entre ellos la gubernatura de Tabasco. Piloto frustrado, ahora director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el “capitán Merino” sólo cobró reconocimiento público por la mansedumbre hacia su jefe... y su destreza para servirle de cocinero en las carnes asadas. La relación tendría que incluir a un número importante de empresarios considerados sus prestanombres, beneficiados por millonarios contratos gubernamentales.

Lo demás son historias que en las semanas recientes se han precipitado tanto desde vertientes militares y policiales como del gobierno tabasqueño, que encabeza Javier May, quien junto con sus paisanos y aliados políticos, Octavio Romero –exdirector de Pemex y actualmente a cargo de Infonavit– y José Ramiro López Obrador (hermano del expresidente), integran el clan local de enemigos de Adán Augusto. Como siempre ocurre, aquí también hay visos de vendettas personales.

Está ya a la vista la trayectoria de los hermanos Hernán y Humberto Bermúdez Requena desde 1999 en negocios del crimen organizado en Villahermosa, mucho antes de que el segundo de ellos fuera designado por López Hernández secretario de Seguridad estatal, posición desde la cual se habría aliado con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para establecerse como enclave tabasqueño con el nombre de “La Barredora”, que adoptó por haber “limpiado” de Los Zetas la entidad.

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Hay profusos registros de cómo, desde su despacho en Gobernación, Adán Augusto se resistió a aceptar que Claudia Sheinbaum era la inevitable sucesora de López Obrador en Palacio, y lanzó una atropellada estrategia de ataques contra la ahora mandataria, mediante un enorme despliegue de recursos económicos y el acompañamiento de empresas que bajo el pasado gobierno obtuvieron jugosos contratos, ya sea por servicios de limpieza –incluso en Palacio Nacional–, equipos y hasta uniformes a la Guardia Nacional y al Ejército, que por unidades médicas móviles. Todo ello dejó un claro rastro desde entonces y hasta estos días, apoyando a políticos en diversas regiones del país, lo mismo en Chihuahua que en Quintana Roo, Chiapas y el propio Tabasco.

No obstante, la fiesta ha terminado, y parecemos presenciar la última hora de Adán Augusto López.

Roberto Rock Lechón, director del equipo que impulsa el proyecto de La Silla Rota. Escribe la columna política “Retrato Hereje” desde 2013. Ha sido periodista durante más de 40 años. Ocupó diversos puestos en el periódico “El Universal”, entre ellos reportero, editor y director editorial. Ha colaborado en varias publicaciones y es autor y coautor de diversos libros. Ha sido conferencista en diversos países en temas de periodismo, transparencia y libertad de expresión.

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