Las calles de Saltillo son cada vez más peligrosas

Uno de los aspectos en los cuales el gobierno municipal de Saltillo debe tomar medidas urgentes es en el relativo a la seguridad vial en las calles. Y es que si por algo se caracteriza la vialidad de la capital coahuilense es justamente por su alto nivel de agresividad.

Lo anterior se traduce en un hecho concreto: circular por las calles −en calidad de peatón, automovilista o conductor de algún otro tipo de vehículo− es un acto que implica riesgos. Y la estadística de los últimos cinco años lo demuestra de forma contundente.

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Pero no sólo eso. Como lo consignamos en el reporte que publicamos en esta edición, Saltillo es, entre las 20 zonas metropolitanas con más de un millón de habitantes en el país, una de las que ha registrado un mayor crecimiento en el número de personas que mueren en accidentes de tránsito.

Y es que de 52 homicidios dolosos, registrados en el año 2019, pasamos a 80 en el año 2024, lo cual arroja una tasa de crecimiento anual de este fenómeno superior al 9 por ciento, un hecho que nos ubica como la sexta ciudad con el mayor crecimiento de esta variable en todo el país.

Los datos retratan una realidad que convoca con urgencia a la actuación de las autoridades y eso debiera tener un sólo significado: que se destinen, de inmediato, esfuerzos y recursos al diseño e implementación de acciones que atajen el fenómeno.

En este sentido es necesario reconocer la existencia de factores que agravan el problema y, si no son atendidos, seguiremos experimentando un crecimiento indeseable en este indicador. Y uno de los factores más importantes lo constituye la falta de pericia de múltiples conductores.

Lo anterior deriva de un hecho puntual: la autorización de la licencia de conducir tiene, al día de hoy, un propósito exclusivamente recaudatorio. El Gobierno de Coahuila, responsable de la expedición de este documento, no ha sido capaz de implementar un mecanismo que garantice que solamente quienes demuestren, de forma práctica, poseer la capacidad de conducir un auto, reciban el aval oficial para hacerlo.

Lejos de tal posibilidad −y de los mejores estándares internacionales−, en Coahuila basta con realizar el pago correspondiente para obtener la licencia. En VANGUARDIA hemos documentado casos concretos de personas que han obtenido licencias para conducir autos y motocicletas... ¡sin poseer habilidad para ninguna de las dos cosas!

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No es esta la única causa detrás del preocupante incremento de accidentes automovilísticos que producen víctimas fatales, desde luego, pero sí se trata de una de las razones de mayor peso y es, además, una de las que resulta más fácil atender y corregir.

Cabría esperar, como se ha señalado en múltiples ocasiones, que la estadística fatal producida por este fenómeno resulte en algo más que un hecho anecdótico e incite a quienes tienen la responsabilidad de atender este aspecto de la vida pública a cumplir con sus deberes.