Las protestas en Irán están perdiendo fuerza: algunas claves

Opinión
/ 21 enero 2023
true

El movimiento social liderado por las mujeres en Irán está perdiendo fuerza. En el texto de hoy, recojo algunos análisis que han sido publicados al respecto, añadiendo algunas perspectivas que desde este espacio hemos venido revisando.

1. Sajjad Safaei (Foreign Policy, 2023), recupera un modelo que el sociólogo político Bashiriyeh desarrolló para analizar el otro gran movimiento social en Irán, el del 2009. Empleando ese modelo, Safaei revisa las condiciones del presente iraní y llega a la conclusión de que el movimiento actual no se encuentra “ni siquiera cerca de ser revolucionario”. En otras palabras, pasados los meses y a pesar de la enorme dimensión de la protesta social liderada por las mujeres en ese país, el régimen ha mostrado enormes signos de resiliencia y estabilidad.

2. Por supuesto que algunas de las condiciones que señala el sociólogo Bashiriyeh sí se cumplen, pero no todas, o no las suficientes como para poner en riesgo el dominio que el régimen tiene del país. Sintetizando algunos de los elementos que se señalan tanto en el texto de Safaei como en otros, o los factores que acá mismo hemos venido analizando, podríamos decir que:

(A) A pesar de una real y prolongada crisis de legitimidad que existe en Irán, a pesar de las fracturas que sí se han producido en la élite política desde hace años, o a pesar de otros elementos como un verdadero descontento masivo con la situación social, económica y política del país; incluso considerando que sí hay un detonante o catalizador específico -en este caso, la muerte de Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral- y asumiendo que todo lo anterior encendió el mayor movimiento social en ese país desde al menos 2009, ello no basta para conseguir transformaciones de fondo.

(B) Del lado del gobierno, las fuerzas coercitivas, hasta ahora, se han mantenido sólidamente unidas y han conseguido finalmente un relativo éxito a través de sus tácticas represivas.

(C) Del lado del movimiento social, se puede apreciar un impresionante número de protestas muy extendidas en el tiempo y el espacio geográfico, muy de base y horizontales, pero que no exhiben una cohesión organizacional e ideológica.

(D) Bajo ese esquema, las acciones del gobierno y sus diferentes aparatos de seguridad no solo han herido a miles de personas y matado a cientos durante las manifestaciones, sino que han conseguido propagar el terror a través de la tortura y posterior ejecución pública de figuras altamente simbólicas que han emergido en el movimiento.

(E) A todo lo anterior hay que añadir el entorno internacional y el respaldo con el que Irán cuenta por parte de países socios y aliados como Rusia o China.

3. Esa combinación de factores ocasiona al menos dos efectos paralelos: El primero es que el régimen se siente fuerte y lo suficientemente confiado, adentro y afuera, como para seguir adelante con sus prácticas represivas y ejecuciones públicas. El segundo, un importante sector de las mujeres y en general, de las personas que se han manifestado en el país, temerosas, cansadas y frustradas, están calculando que por ahora no existen condiciones para conseguir cambios de raíz. Como resultado, en las últimas semanas se percibe una notable disminución del movimiento.

No obstante, el hecho de que se esté produciendo un entorno que ha permitido al régimen ir paulatinamente sofocando al movimiento, no implica que sus causas motoras hayan desaparecido. En Irán, las manifestaciones sociales han sido muy frecuentes a lo largo de las últimas décadas. La combinación de factores económicos con otros políticos y sociales (como lo es la violencia estructural de género) sigue toda ahí, y seguramente terminará por explotar de nuevo.

Instagram: @mauriciomesch

Twitter: @maurimm

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM